Título: Insultario
Autores: José Antonio Ruiz Gracia y Ángel María Fenández Pascual
Páginas: 108
Editorial: Pepitas de calabaza
Precio: 12 euros
Año de edición: 2018
Que el español es una lengua especialmente dotada para el insulto y la injuria ya se ha dicho varias veces. Todos recordamos a la popular filóloga inglesa encantada en redes sociales con el «Me cago en tu puta madre», toda una escalera de énfasis y ofensa; o la soltura con que José Antonio Camacho, al ver que habían eliminado a España de un mundial, espetó en directo aquel contundente «A tomar por culo».
Pero tras algunos antecedentes ilustres y algo escatológicos como Francisco de Quevedo y Camilo José Cela, apenas si se ha cultivado el insulto en español como género literario. No la injuria soez y faltona, sino el improperio inteligente e irónico, elaborado y con clase.
Menos mal que ha surgido esta pareja de amigos riojanos, que empezaron enviándose lindezas, primero por SMS y luego por WhatsApp, que para algo bueno tenían que servir los móviles, con la sana intención de cultivar el noble arte del dicterio florido e ingenioso, del exabrupto con humor, de la puñalada por la espalda dada son respeto, en suma, del insulto elegante a inteligente.
Y de esa costumbre, ya cotidiana, ha surgido este libro, primero elaborado artesanalmente y ahora editado con inteligencia por la editorial Pepitas de calabaza, que recoge más de 300 insultos originales, que mueven a risa y despiertan simpatía. Un verdadero tesoro que pone en práctica aquello de injuriar con cariño. Valgan unos cuantos ejemplos para calibrar la calidad del material:
La ignorancia es el menor de tus defectos.
Eres como lo amarillo de la mahonesa.
Espera un momento, que me emborracho y luego te atiendo.
Eres lo peor que te ha pasado.
Ojalá te levantes a las cinco a coger olivas, trabajes sin descanso hasta las once y cuando abras el almuerzo sea tofu.
Felicitarte la Navidad no, pero una corona de espinas sí te ponía.
Eres una persona encantadora, pero te fallan dos cosas: el cuerpo y la personalidad.
En fin, un librito encantador, algo surrealista, que no debería faltar en ningún hogar, imprescindible en la oficina, la cátedra y al volante, una obra que os hará pasar un buen rato. Los autores ya están pensando en publicar un segundo tomo y también un piropario, para compensar.
José Antonio Ruiz Gracia y Ángel María Fenández Pascual, albañil y filólogo respectivamente, son de Arnedo (La Rioja), un pueblo precioso, y de la quinta del 73. Este es su primer libro en colaboración.
Practican el arte del insulto como afición, y lo entienden como una variante del aforismo a medio camino entre la filosofía, la poesía y el costumbrismo. Siguen en ello, ya no pueden parar estos jornaleros del improperio, así que vale la pena seguirles en en entrevistas y reportajes..
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