Rosa Montero (Foto © Patricia A. Llaneza)
Tengo un especial cariño a Rosa Montero (Madrid, 1951), debido probablemente a varios factores: mi generación es próxima a la suya, era una de las columnistas que leíamos con fruición en «El País» de la transición (¡ay!. áquel era otro país), siempre ha escrito con el corazón en la mano y de manera inteligente, redacta un español espléndido, en las fotos siempre sale con cara de pillina... como periodista me parece excelente, aunque como novelista no tanto, hasta que publicó ese libro maravilloso que es «La ridícula idea de no volver a verte».
En fin, el caso es que este fin de semana la revista «El Cultural» en papel publica una sabrosa entevista que le hace Fernando Aramburu y como pasará un tiempo hasta que se pueda enlazar, vamos a rescatar mientras tanto un estupendo artículo que escribió hace algún tiempo sobre un tema esencial, que pocos se atreven a tocar con tanta sinceridad:
En fin, el caso es que este fin de semana la revista «El Cultural» en papel publica una sabrosa entevista que le hace Fernando Aramburu y como pasará un tiempo hasta que se pueda enlazar, vamos a rescatar mientras tanto un estupendo artículo que escribió hace algún tiempo sobre un tema esencial, que pocos se atreven a tocar con tanta sinceridad:
«Morir».
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Muy de acuerdo con la valoración de la autora y de su obra La irresistible idea de no volver a verte
ResponderEliminarOtra estupenda obra de no ficción que me gustó mucho: La loca de la casa.
Enhorabuena por el blog y muchas gracias por facilitar descubrimientos estupendos