Título: Pequeño mundo antiguo
Autor: Antonio Fogazzaro
Páginas: 640
Editorial: Cátedra
Precio: 22,25 euros
Año de edición: 2012
Esta novela, publicada en 1896 y ambientada en los grandes lagos del norte de Italia, es la obra maestra de Fogazzaro y todo un clásico de la literatura italiana. Ambientada uno cuarenta años antes, aparece constantemente como tema de fondo las aspiraciones de independencia de Italia del Imperio austrohúngaro y en ese sentido tiene un cierto aire de obra fundacional, como «Los novios» (1849), de la literatura de ese país.
No llega a tener la altura literaria de la maravillosa obra de Manzoni, pero raya a un grandísimo nivel. Resulta amenísima, tiene personajes inolvidables que actúan a menudo como comparsas cómicas que acompañan a la acción principal y arrancan más de una sonrisa al lector, una mala malísima y una pareja de protagonistas enamorados con personalidades muy marcadas, situados como centro de todo un tratamiento de las desavenencias y los problemas conyugales.
Dos son, a mi modesto entender, los grandes temas que resultan más interesantes de esta estupenda novela: por un lado, el conflicto y choque entre fé y razón, personificados en Fernando, creyente muy emocional e intuitivo, romántico, algo machista e inmaduro, y su amada Luisa, racional, madura, feminista y lúcida; y por otro lado, cómo un gran amor puede verse afectado en una pareja por las diferente filosofía de vida de sus dos componentes. ¿Es suficiente el amor para mantener unido un matrimonio?¿O es necesario coincidir además en un mínimo de principios y valores básicos? y la llegada de la desgracia a un hogar ¿Puede romper la convivencia si no tiene cimientos muy sólidos?¿El amor todo lo vence?¿Cómo es un amor maduro?
Esos aspectos de la vida conyugal, junto con algunas discusiones teológicas muy interesantes, se tratan aquí con profundidad y perspectiva psicológica, en una novela algo barroca, que se demora en la acción y la describe casi en tiempo real, al mismo ritmo que suceden los acontecimientos, con diálogos realistas y creíbles, que proporcionan mucha riqueza de información y hacen avanzar la trama, lo que le da al texto un cierto aire teatral.
Por otro lado, se trata de una novela histórica en más de un sentido ya que, además de retratar una época, consigue simbolizar la muerte de un viejo orden y el nacimiento de una nación mediante lasperipecias que sufren los protagonistas principales.
En suma, una obra muy bien escrita, un auténtico clásico italiano que vale la pena conocer y disfrutar, con tintes románticos y muchos detalles costumbristas que hacen de ella un puente desde el Romanticismo hacia el Naturalismo. Muy interesante.
Autor: Antonio Fogazzaro
Páginas: 640
Editorial: Cátedra
Precio: 22,25 euros
Año de edición: 2012
Esta novela, publicada en 1896 y ambientada en los grandes lagos del norte de Italia, es la obra maestra de Fogazzaro y todo un clásico de la literatura italiana. Ambientada uno cuarenta años antes, aparece constantemente como tema de fondo las aspiraciones de independencia de Italia del Imperio austrohúngaro y en ese sentido tiene un cierto aire de obra fundacional, como «Los novios» (1849), de la literatura de ese país.
No llega a tener la altura literaria de la maravillosa obra de Manzoni, pero raya a un grandísimo nivel. Resulta amenísima, tiene personajes inolvidables que actúan a menudo como comparsas cómicas que acompañan a la acción principal y arrancan más de una sonrisa al lector, una mala malísima y una pareja de protagonistas enamorados con personalidades muy marcadas, situados como centro de todo un tratamiento de las desavenencias y los problemas conyugales.
Dos son, a mi modesto entender, los grandes temas que resultan más interesantes de esta estupenda novela: por un lado, el conflicto y choque entre fé y razón, personificados en Fernando, creyente muy emocional e intuitivo, romántico, algo machista e inmaduro, y su amada Luisa, racional, madura, feminista y lúcida; y por otro lado, cómo un gran amor puede verse afectado en una pareja por las diferente filosofía de vida de sus dos componentes. ¿Es suficiente el amor para mantener unido un matrimonio?¿O es necesario coincidir además en un mínimo de principios y valores básicos? y la llegada de la desgracia a un hogar ¿Puede romper la convivencia si no tiene cimientos muy sólidos?¿El amor todo lo vence?¿Cómo es un amor maduro?
Esos aspectos de la vida conyugal, junto con algunas discusiones teológicas muy interesantes, se tratan aquí con profundidad y perspectiva psicológica, en una novela algo barroca, que se demora en la acción y la describe casi en tiempo real, al mismo ritmo que suceden los acontecimientos, con diálogos realistas y creíbles, que proporcionan mucha riqueza de información y hacen avanzar la trama, lo que le da al texto un cierto aire teatral.
Por otro lado, se trata de una novela histórica en más de un sentido ya que, además de retratar una época, consigue simbolizar la muerte de un viejo orden y el nacimiento de una nación mediante lasperipecias que sufren los protagonistas principales.
En suma, una obra muy bien escrita, un auténtico clásico italiano que vale la pena conocer y disfrutar, con tintes románticos y muchos detalles costumbristas que hacen de ella un puente desde el Romanticismo hacia el Naturalismo. Muy interesante.
Isla Bella, en el Lago Maggiore (Foto CC BY-SA Markus Bernet)
Antonio Fogazzaro (Vicenza, 1842-1911) fué un escritor y poeta italiano. Hijo de un industrial, creció en una familia profundamente católica, com prometida con la independia de Italia. Estudió Derecho en la Universidad de Turín; no era un estudiante brillante, sino más bien un adolescente tímido, retraído y soñador, siempreen las nubes.
Comenzó a trabajar en un despacho de abogados y a escribir poemas, sin mucho éxito, lo que le llevó a probar suerte con la narrativa. Casi a los 40 años publicó la primera novela de un total de siete que escribió a lo largo de su vida, con éxito creciente. Finalmente se ha convertido en un clásico.
Acogió «El origen de las especies» (1851) de Darwin con entusiasmo, trató de hacerla compatible con la fé católica e impartió varias conferencias sobre el tema. Acusaba a los darwinistas de estrechez de miras y de suponer que la Iglesia no era capaz de entender sus teorias. Pero fué precisamente la falta de visión de Roma la que hizo que sus obras fueran inlcuidas en el índice de libros prohibidos.
Comenzó a trabajar en un despacho de abogados y a escribir poemas, sin mucho éxito, lo que le llevó a probar suerte con la narrativa. Casi a los 40 años publicó la primera novela de un total de siete que escribió a lo largo de su vida, con éxito creciente. Finalmente se ha convertido en un clásico.
Acogió «El origen de las especies» (1851) de Darwin con entusiasmo, trató de hacerla compatible con la fé católica e impartió varias conferencias sobre el tema. Acusaba a los darwinistas de estrechez de miras y de suponer que la Iglesia no era capaz de entender sus teorias. Pero fué precisamente la falta de visión de Roma la que hizo que sus obras fueran inlcuidas en el índice de libros prohibidos.
Antonio Fogazzaro
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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