En el Parque Nacional de Virunga, el más antiguo de la República Democrática del Congo, hay un orfanato de gorilas llamado Senkwekwe. Allí recogen y cuidan de las crías de gorila de montaña que se han quedado solas en el mundo, casi siempre porque los furtivos han matado a sus padres.
Allí suceden historias de amor y amistad conmovedoras, como la de André Bauman, un cuidador que ha criado a Ndasaki y Ndeze, dos gorilas hembras que le adoran. Para ellas, él esun macho alfa, para él son «sus niñas».
Un gorila de montaña es un coloso que puede llegar a medir dos metros y pesar cerca de doscientos kilos, una animal de una fuerza brutal. Pero cuando abrazan a André, lo hacen con una delicadeza y una ternura muy especiales.
¿Estamos tan lejos de los gorilas como especie? Compartimos gran parte de código genético y es fácil ver lo profunda que puede ser la empatía que despierta una mirada, un gesto. Aquí os dejo un vídeo en el que André Bauman y otros cuidadores nos presentan el orfanato y a algunos de los huérfanos.
Para más información, pueden verse el reportaje de BBC News y la página oficial del Parque Natural de Virunga.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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