Decía Simone de Beauvoir que cuando comenzó a
reflexionar descubrió que este mundo era un mundo masculino y que su
infancia había sido alentada por mitos forjados por los hombres. Desde
ese momento dejó todo relato personal para ocuparse de la condición
femenina en general. Tenía ya cuarenta años cuando abandonó su postura
cómoda.
Quienes firmamos este manifiesto tampoco queremos seguir en espacios de falsa comodidad.
Denunciamos por ello que en las sociedades formalmente
igualitarias, como la española, subsisten desigualdades que afectan a
las mujeres y de las que tenemos datos objetivos y contrastados:
diferencias salariales, baja representación en los puestos de poder,
feminización de la pobreza, objetualización de la mujer, trata y
esclavitud y, sobre todo, violencia contra la mujer, incluido el
feminicidio.
Desde esa realidad a todas luces
imperfecta e inadmisible, pedimos un trabajo social conjunto de todas
las personas -hombres y mujeres de bien- en pro de la igualdad, la
justicia y la equidad sin distinción de sexos, siendo esta la única base
sobre la que puede sustentarse una sociedad digna de tal nombre.
Declaramos que la neutralidad, el silencio y la equidistancia no tienen
cabida ante la dolorosa evidencia de la desigualdad aún presente. Entre
la igualdad y la desigualdad no existe un término moralmente
intermedio, por lo que sólo cabe posicionarse en el lado correcto y no
sólo como público espectador sino como elementos activos, promoviendo
una igualdad que nos beneficiará como seres humanos.
Mostramos nuestra preocupación y beligerancia ante el renacimiento de un
NEOMACHISMO cuyo núcleo argumental consiste en minimizar la desigualdad
estructural entre hombres y mujeres, minimizar la violencia machista,
criticar las políticas públicas de igualdad e identificar a las
activistas por la igualdad mediante palabras insultantes y huecas.
Queremos desnudar sus intenciones cuando se declaran a favor de una mal
llamada “verdadera igualdad” que intenta mantener las estructuras
patriarcales de privilegio bajo la apariencia de una opresión elegida
por las mujeres libremente.
En ese sentido nos
movilizamos para evitar que las nuevas generaciones sean captadas por
este discurso manipulador y pedimos políticas privadas y públicas de
educación en la igualdad para nuestra juventud que garanticen el avance y
la pervivencia de una sociedad realmente justa para hombres y mujeres.
La lucha por los derechos de las mujeres siempre ha querido incluir a
los hombres, y cada vez mayor número de ellos se consideran concernidos e
involucrados en la tarea. Hacemos un llamamiento a los hombres que aún
no lo han hecho y a los jóvenes para que se liberen de la construcción
hegemónica de la masculinidad que les obliga a encerrarse en un rol de
sustentadores, osadores o competidores por el poder o la supremacía
profesional. Les recordamos que en la lucha por la igualdad perderán
algunos privilegios, pero también ganarán al liberarse de muchos moldes
en los que han sido encerrados por la estructura patriarcal.
Como hombres y mujeres, como seres humanos, llamamos a todos a
construir efectivamente una sociedad realmente justa e igualitaria en la
que ningún sexo someta, explote, discrimine o agreda a otro.
Conjuntamente, no hay otra forma, podremos también cerrar el paso a las
fuerzas cada vez mayores que intentan cegar el avance y hacernos
retroceder.
Manifestamos nuestro convencimiento de que con la igualdad efectiva todos, hombres y mujeres, ganaremos en dignidad.
Elisa Beni (Logroño, 1965) es una periodista española. Fué, con 23 años, la directora más joven de un diario español («El Faro de Ceuta») y ahora
escribe en diario.es, el diario (digital) más joven de España. En medio ha pasado por decenas de
redacciones y diceseguir amando el periodismo. Ahora vive este periodo
decisivo como analista y comentarista en «Las Mañanas de Cuatro», «El Gran Debate de T5», «Julia en la Onda» de «Onda Cero», la revista «Tiempo» y allí donde
quieran una voz que cree en lo que dice.
Este texto constituye el Manifiesto por la Igualdad que ha escrito y leído recientemente en el Festival Aragón Negro y al que se
han adherido la Semana Negra de Gijón, BCNegra y el resto de festivales de
novela negra de España además del Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y múltiples asociaciones de mujeres y personas a título
individual.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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