Título: Cartas de una novicia
Autor: Giovanni Verga
Páginas: 168
Editorial: Funambulista
Precio: 15 euros
Año de edición: 2015
Esta deliciosa novelita lanzó a la fama en 1871 al siciliano Giovanni Verga y no es de extrañar. El texto es de una calidad tan abrumadora que da la medida del enorme talento de este escritor inmenso.
Se trata de una novela epistolar, en la que una novicia, María, cuenta su historia con una sensibilidad y un sentimiento apabullantes, con realismo, mucha fuerza y un sentido de la narrración más propio de un escritor muy experimentado. Recuerda por el argumento a las Cartas de una monja portuguesa 1669, pero probablemente es hasta un poco mejor.
Una historia arrolladora que cautiva y conquista al lector a las pocas páginas, romántica y apasionada, en la que se cuentan las experiencias de una pobre novicia, joven e inocente, que tiene que salir del convento una temporada debido a una epidemia de cólera. En una casa de campo convivirá con su familia y conocerá la luz del sol, el campo y los bosques, la belleza de Catania y la libertad, cosas sencillas de las que no podía disfrutar en el encierro del convento, que la conmoverán profundamente y cambiarán su vida para siempre.
El texto es de una belleza espléndida, sensible y preciso como una miniatura, lleno de matices, conmovedor y vibrante. Una maravilla. Verga es un maestro y en esta obra de juventud ya se adivina la talla del gran escritor.
Uno de los mejores libros que se pueden leer, no se puede hacer mejor en 165 páginas. Una obra sobre los sentimientos y el destino. inolvidable.
Esta deliciosa novelita lanzó a la fama en 1871 al siciliano Giovanni Verga y no es de extrañar. El texto es de una calidad tan abrumadora que da la medida del enorme talento de este escritor inmenso.
Se trata de una novela epistolar, en la que una novicia, María, cuenta su historia con una sensibilidad y un sentimiento apabullantes, con realismo, mucha fuerza y un sentido de la narrración más propio de un escritor muy experimentado. Recuerda por el argumento a las Cartas de una monja portuguesa 1669, pero probablemente es hasta un poco mejor.
Una historia arrolladora que cautiva y conquista al lector a las pocas páginas, romántica y apasionada, en la que se cuentan las experiencias de una pobre novicia, joven e inocente, que tiene que salir del convento una temporada debido a una epidemia de cólera. En una casa de campo convivirá con su familia y conocerá la luz del sol, el campo y los bosques, la belleza de Catania y la libertad, cosas sencillas de las que no podía disfrutar en el encierro del convento, que la conmoverán profundamente y cambiarán su vida para siempre.
El texto es de una belleza espléndida, sensible y preciso como una miniatura, lleno de matices, conmovedor y vibrante. Una maravilla. Verga es un maestro y en esta obra de juventud ya se adivina la talla del gran escritor.
Uno de los mejores libros que se pueden leer, no se puede hacer mejor en 165 páginas. Una obra sobre los sentimientos y el destino. inolvidable.
Giovanni Verga
Giovanni Verga (Catania, 1840-1922) fué un escritor siciliano, considerado el representante más genuino del llamado verismo, una corriente italiana que buscaba reflejar personajes, situaciones y sentimientos reales, a menudo de las clases bajas, por lo que adquirió un cierto tinte de denuncia social. Se le puede llamar un naturalismo a la italiana y estaba influido por el realismo de Balzac y el naturalismo de Zola.
Estudió Derecho en Catania, pero no llegó a obtener el título y prefirió dedicarse al periodismo y a la literatura. En 1865, se trasladó a Florencia, capital política e intelectual de la nueva Italia unificada y, en 1871, escribió Cartas de una novicia, novela con la que se dio a conocer al gran público.
Un año más tarde se mudó a Milán e inció una etapa en la que se acercó a los naturalistas
franceses. A partir de 1878, empezó a desarrollar un estilo innovador e inconfundible, que dió lugar a sus obras más conocidas, como «Los Malavoglia» y «Maese don Gesualdo», que le consagraron como uno de los escritores más influyentes
de la literatura italiana. En 1922, sufrió un ictus y, a los pocos
días, murió a causa de una hemorragia cerebral.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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