Autor: Nikos Kazantzakis
Editorial: Acantilado
Precio: 22 euros
Año de edición: 2015
Esta estupenda novela, publicada en griego en 1946 esa la vez un clásico y un superventas. Un libro arrollador, lleno de vitalidad, que sirve para definir perfectamente el carácter mediterráneo y muy especialmente, según parece, el griego.
Es una novela divertida, amena, llena de situaciones cómicas y curiosas, que se lee como si fuera una obra más sobre costumbres de vid y estilo...de puro entretenida que es. Un perfecto retrato del mediterráneo listo, que es a la vez un seductor nato y un viva la virgen.
Un retrato de toda una cultura y una forma de vivir y ver la vida, apasionada, vitalista, generosa y también algo reñida con las obligaciones, el compromiso y la responsabilidad. Leyendo este libro es casi inevitable pensar que cómo esposile que ahora los alemanes se echen las manos a la cabeza viendo lo poco serios que han sido los griegos estos últimos años.¿No habían visto esta película?¿no sabían que los griego son más bien difíciles de creer? No alcanzo a entender cómo los banqueros alemanes concedieron prestamos erhipoecas de manera tan alegre.
En 1964, el griego Michael Cacoyannis dirigió una fenomenal adaptación cinematográfca de esta novela que ganó tres oscars, que contó con una acuación memorable de Anthony Quinn, la imponente presencia de Irene Papas, y una maravillosa música de sirtaki compuesta por Thedorakis. Os recomiendo que no os perdáis ni la película el libro.
Nikos Kazantzakis (Heraclión, 1883-1957) fué un escritor y pensador griego, uno de los más importanes delsiglo XX, que tocó prácicamente todos los géneros. Nació en la capital de Creta, cuando pertenecía todavía al Imperio Otomano. Estudió Derecho en Atenas y Filosofía en París, fuéun gran viajero y vivio temporadas en España, Rusia, Chipre, Francia, Cheloscovaquía, China, Egipto y Japón.
Conoció a Lenin, se hizo comunista convencido y durane algún tiempo se dedicó a la política. Llegó aser ministro sin cartera, pero poco después Stalin subió al poder y en poco tiempo quedó completamente desencantado del socialismo.
Estuvo a puntode ganar el Premio Nobel en 1957, pero se lo dieron a Albert Camus por un sólo voto de diferencia. Murió de leucemia y en su epitafio dice: «No espero nada, no temo nada, soy libre».
Nikos Kazantzakis
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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