Título:
Quaresma, descifrador
Autor:
Fernando Pessoa
Páginas:
531
Editorial:
Acantilado
Precio:
29 euros
Año
de edición: 2014
Una
de las aficiones del inefable Pessoa era leer novelas policiacas. Le encantaba
pasar horas enteras enfrascado en un libro de Conan Doyle o Arthur Morrison.
Afortunadamente, no se limitó a leer, sino que finalmente se animó, cogió la pluma y se puso
a escribir historias detectivescas.
Estamos
de suerte, porque el pasado verano ha salido de la imprenta este volumen que
reúne todas las novelas y relatos policiacos de este maravilloso escritor
portuguès. Son trece textos, de longitud muy variable, que continúan la tradición de los mejores autores de novela policiaca, protagonizados por un personaje curiosísimo: un médico sin hospital, que no se sabe de qué vive, razonador infalible que aplica la lógica mas pura y racional para resolver los casos y lo hace por puro entretenimiento, como el que resuelve crucigramas o jeroglíficos.
Pessoa era tan meticuloso y a la vez dubitativo que recuperar el texto definitivo de estos relatos parece ser que ha sido una pesquisa digna también del mejor de los detectives, entre hojas manuscritas, notas aparte, diferentes versiones, cambios y correcciones, escritas con una caligrafía difícil de descifrar.
Se nota que algunos cuentos están inacabados, y otros dejan al lector perplejo, pensando si realmente el caso está sin resolver o si en el texto que acaba de leer ya se ha sugerido o dicho de alguna manera quién es el asesino. Así que se puede jugar a ser detective y adivinar, o mejor aún imaginar, la solución de algunos casos.
En el primer cuento, el más largo con diferencia, Pessoa se disfraza de Poe y nos ofrece una larga disertación en la que el Doctor Quaresma nos explica sus métodos y hasta su visión de la tarea detectivesca. Resulta interesantísimo. En las otras doce piezas, se disfraza de autor anglosajón decimonónico, objetivo y de una prosa fluida, exquisita, y desgrana otros tantos casos que pueden muy bien servir como ejemplo y canon del género.
Un libro curiosísimo, escrito por uno de los autores con más talento que ha habido, que se completa con un buen prólogo y abundantes notas sobre alternativas de los originales, que hará las delicias de los aficionados a las historias de detectives.
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), ese escritor triste que parece un personaje de
Tintín, es uno de mis autores favoritos. Poeta genial, escritor de talento, ya
le hemos dedicado alguna entrada que otra en este blog.
Inteligente
y ameno, siempre se salía de lo previsto. Un escritor realmente brillante, que
lo primero que hizo fué escribir sonetos de Shakespeare que los estudiosos no
eran capaces de distinguir de los originales escritos por el bardo inglés. Era un caso increíble: un portugués
que escribía como el mejor clásico inglés,
Luego
comenzó a crear heterónimos, pseudónimos para los que inventaba una personalidad,
una biografía, un estilo y una manera de ver el mundo. Y lo hacía tan bien, que
puede decirse que él solo dio vida a toda una generación de poetas. Llegó a
crear hasta 72 de esos personajes.
Murió
joven a los 47 años, de un cálculo biliar que se le complicó una cirrosis
generada por su costumbre de vivir a diario y es que confesaba ser fiel adicto al
aguardiente Águila real. Dejó escrito palabras maravillosas, por ejemplo:
El
poeta es un fingidor.
Finge
tan completamente
que
llega a fingir que es dolor
el
dolor que de veras siente.
Fernando
Pessoa
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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