Título: Como una novela
Autor: Daniel Pennac
Páginas: 176
Editorial: Anagrama
Precio: 12,90 euros
Año de edición: 1993 (15ª edición)
¿Cómo conseguir fomentar la lectura de manera más eficaz
entre los jóvenes?¿Lo estamos haciendo bien? Estas dos preguntas son las que se
plantea el autor, novelista de éxito en Francia y profesor de Instituto, en
este interesante ensayo, que respira amor por los libros y la lectura por los
cuatro costados.
Pennac nos habla con conocimiento de causa y nos cuenta aquí
algunas de las estratagemas que ha aplicado en clase: hacer una competición
para elegir entre todos la mejor primera frase de una novela («Llamadme
Ismael», el inicio de Moby Dick me ha parecido siempre genial), leerles a los
chicos un capítulo de un libro cada día (en unas ocho clases de una hora da
tiempo a leer un libro de tamaño normal) y otros trucos para conseguir el
objetico perseguido: que los chavales (y las chavalas) se acostumbren a leer,
contagiarles el virus y el vicio de la lectura.
Tiene razón este autor francés cuando afirma que,
normalmente, los métodos educativos empleados en los sistemas de educación
habituales no son los más adecuados y suelen causar el efecto contrario al que
se pretende. Empezar con los clásicos, bastante pesados, todo hay que decirlo,
y obligar a leerlos en plena adolescencia es casi siempre contraproducente.
Seguramente se hace pensando más en lo que le gustaría más al profesor (releer
El Quijote, a Lope o Calderón) que en los gustos de los alumnos. Pero está
claro que leer a la fuerza a Góngora o a Quevedo durante la adolescencia, puede despertar una profunda aversión por las letras.
Es una pena, porque hay libros divertidísimos y apasionantes
que cualquiera puede disfrutar a tierna edad. Una vez hice una lista de
lecturas juveniles de iniciación para la hija de once años de una amiga y no he
tardado mucho en recuperarla: Richmal Crompton (las aventuras de Guillermo),
Enid Blyton (los libros de los cinco), Julio Verne, Emilio Salgari, Roald Dahl
(por ejemplo «Las brujas» y «Matilda»), Robert L. Stevenson («La isla deltesoro»), Howard Pyle («Robin Hood»), H.Rider Haggard («Las minas del Rey Salomón»), Daniel Defoe («Robinsón Crusoe»),
Jonathan Swift («Los viajes de Gulliver»), Rudyard Kipling («El libro de laselva»), Mark Twain («Las aventuras de Tom Sawyer»)… en fin, los clásicos de
aventuras no suelen fallar.
Tambien hay autores españoles muy recomendables, como Martín Casariego, Bernardo Atxaga («Memorias de una vaca») o la serie del detective Flanagan (Andreu Martín y Jaume Ribera). Otra fuente estupenda de buenas
lecturas era la colección Historias selección de Bruguera, con aquellos libros que
alternaban las historietas y el texto. Y no están nada mal los libros sobre las
aventuras de Kamo, también de Pennac.
Hay muchos libros muy apropiados para empezar a leer desde la
más tierna infancia. En esta entrada podéis ver algunos de mis favoritos
¿cuáles son los vuestros?
Los trucos de toda la vida también suelen funcionar: usar los
tebeos como paso previo (¿a qué crío no les gusta Tintín o Astéríx y Obélix?),
leer un cuento por la noche o lo que hacía mi padre, todavía dudo si lo hacía
con intención o no: decirme que algunos libros no eran para niños pequeños y
colocarlos en el estante más alto para que no los alcanzara. Evidentemente,
eran los primeros que yo leía.
Hay muchas maneras de iniciar a los chicos en el maravilloso
mundo de los libros y esta obra nos presenta algunas estratagemas bastante
eficaces y desde luego, desaconseja leer por obligación.
Completa
el libro una declaración de los derechos fundamentales del lector, que
se resumen a uno sólo: el derecho a ser libre y hacer lo que le parezca:
2) El derecho de saltar páginas
3) El derecho de no terminar un libro
4) El derecho de releer
5) El derecho de leer lo que sea
6) El derecho al Bovaryismo (enfermedad textual transmisible)
7) El derecho de leer donde sea
8) El derecho de buscar libros, abrirlos en donde sea y leer un pedazo
9) El derecho de leer en voz alta
10) El derecho de callarse
Es un libro muy ameno, que se lee muy bien y que en seguida crea una
complicidad especial con el lector, sobre todo si es un buen devorador de
libros. Muy apropiado para ratones de biblioteca, para padres y profesores.
Daniel Pennac (Casablanca, 1944) es un escirtor francés que parece conocer las claves del éxito. Nació en una familia militar y vivió en Marruecos, en el sudeste asiático y en Niza. Allí estudio Literatura y comenzó a dedicarse a la enseñanza.
Ha escrito libros para niños, literatura juvenil y una serie de novelas de género negro alrededor de la familia Malaussène, como «El hada carabina», que se han converttido en superventas en Francia.
Daniel Pennac
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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