miércoles, 7 de mayo de 2014

Relato de un náufrago - Gabriel García Márquez


Título: Relato de un náufrago
Autor: Gabriel García Márquez

Páginas: 144

Editorial: Tusquets
 
Precio: 4,90 euros 

Año de edición: 1970 (25ª edición)


Este curiosísimo relato se publicó por primera vez en 1955 en el diario colombiano El Espectador, en veinte entregas que tuvieron en vilo a casi todo un país. Se trata de la historia auténtica de un náufrago del siglo XX, un marinero que cayó al mar y sobrevivió durante diez días sin comida, sin agua y en precarias condiciones en una frágil balsa en medio del océano.

Es una obra excelente, de cinco estrellas, contada con un realismo y un lujo de detalles asombrosos, con un estilo periodístico muy serio y objetivo, que en seguida pasa desapercibido y con el aura de autenticidad de ser la transcripción de un testimonio, una historia real.

Tiene el atractivo adicional de ser una novela de aventuras apasionante, con aspectos insospechados. Parecería que no debe de pasarle nada reseñable durante la mayor parte del tiempo a un hombre agarrado a una balsa en el Golfo de Méjico y que vá, todo lo contrario. No paran de sucederle cosas increíibles todos los días y a todas horas. Se encuentra con tiburones, peces de todo tipo, gaviotas, tortugas y le pasa de todo. Por supuesto, la supervivencia es dramática y durísima, pero gracias a la resistencia del protagonista y una buena dosis de suerte, todo acaba bien.

Es un libro que se bebe más que se lee en un par de horas con una facilidad pasmosa. Cuesta trabajo despegar los ojos de estas páginas por el interés de lo que se cuenta y por lo bien escrita que está. La verdad es que García Márquez contó con una materia prima de excelente calidad, pero también es cierto que la supo cocinar de maravilla. Otra obra maestra del genial Gabo.

La historia de cómo surgió este relato es muy curiosa. Cmo ya hemos dicho, un marinero de la armada colombiana cayó al mar durante una tormenta y estuvo un buen número de días flotando como podía en una balsa en alta mar hasta que una corriente le llevó de nuevo hasta las costas colombianas. 

Después de contar sus peripecias en varios medios, de haberse convertido casi en un héroe nacional y haber pasado su momento de popularidad, llegó a El Espectador, el periódico en el que trabajaba Gabriel García Márquez (Aracataca, 1927-2014), que a la sazón tenía 28 años, como redactor. La historia parecía quemada, pero decidieron hacerle una entrevista y un reportaje al exnáufrago. Lo que surgió fué un relato minucioso muy bien contado, apasionante, que por añadidura encerraba una bomba informativa que resultó muy incómoda para el gobierno.

García Márquez fué enviado a París como corresponsal para evitar males mayores y ese primer viaje fué el inicio de vaias cosas, entre otras: su vida algo nómada y viajera, de ciudad en ciudad, y su decisión personal de convertirse en escritor.

Así que, en cierto modo, quizás le debamos a Luis Alejandro de Velasco, marinero de primera de la armada colombiana, y a su capacidad de supervivencia, el que Gabo se convirtiera a la postre en la figura literaria que todos conocemos. Por si acaso, gracias.
       
Gabriel García Márquez
       
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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