José Luis Gómez, el genial actor y director teatral, tomó posesión el pasado domingo 26 del sillón Z de la Real Academia de la Lengua, el que antes ocupara el insigne Francisco Ayala, para el que había sido elegido hace algún tiempo, con un magnífico discurso de ingreso titulado:
Una maravillosa pieza oratoria de un enamorado del noble y antiguo arte de los cómicos, a veces despreciados y vilipendiados, y que tanto nos han enseñado sobre los recovecos del alma humana y de las cosas que ocurren en el mundo en que vivimos. Larga vida a la magia del teatro y a sus chamanes, los actores.
José Luis Gómez (Huelva, 1940) es uno de los actores, directores y figuras del teatro más importantes que tenemos en España. Se formó en el Instituto de Arte Dramático de Westfalia, en Bochum, y en la escuela de Jacques Lecoq, en París. Comenzó a trabajar en Alemania como actor y como mimo, creando mimodramas con los que recorrió los principales teatros de ese país.
José Luis Gómez (Huelva, 1940) es uno de los actores, directores y figuras del teatro más importantes que tenemos en España. Se formó en el Instituto de Arte Dramático de Westfalia, en Bochum, y en la escuela de Jacques Lecoq, en París. Comenzó a trabajar en Alemania como actor y como mimo, creando mimodramas con los que recorrió los principales teatros de ese país.
En 1971 regresó a España y trabajó en un buen número de montajes como director y actor, de lo que recuerdo especialmente dos que me hicieron disfrutar una barbaridad, Informe para una Academia de Kafka y El resistible ascenso de Arturo Ui de Brecht. También ha actuado en una larga lista de películas, como por ejemplo Pascual Duarte, Remando al viento, La luz prodigiosa y Beltenebros.
Ha recibido innumerables premios en todas las actividades relacionadas con el cine y el teatro que ha tocado. En los últimos años se ha dedicado a la concepción, dirección y gestión del Teatro de la Abadía, inaugurado en 1995.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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