Título: Gradiva
Autor: Wilhelm Jensen
Páginas: 103
Editorial: La tempestad
Precio: 12,50 euros
Gradiva, «la que camina» en latín, es una deliciosa nouvelle, subtitulada «Una fantasía pompeyana», sobre la historia de un arqueólogo que se obsesiona con el encanto de los andares de una joven representada en un antiguo bajorrelieve griego.
Nos cuenta una fantasía onírica de manera tan ejemplar, que impresionó profundamente a Sigmund Freud, quien por cierto describía a los psicoanalistas como arqueólogos del pensamiento. Tomando esta obra como base, escribió un ensayo sobre las ensoñaciones literarias, en el que analizó este caso de delirio obsesivo. Freud adquirió una copia del relieve que se conserva en los Museos Vaticanos (véase la imagen de más abajo) y que parece que fué el que inspiró a Jensen. Tanto le gustó que se encontraba colgado en la alcoba donde falleció.
Bajorrelieve griego del s. IV AC (Foto CC:by-sa Rama)
La figura de Gradiva también influyó en los surrealistas, tan aficionados a los sueños. André Bretón inauguró una galería de arte en París con ese nombre y Salvador Dalí llamaba Gradiva a Gala.
Además
de describir un síndrome psíquico con precisión notarial, la novela se
lee muy bien. Escrita a principios del siglo XX, en 1902, es un buen
ejemplo de narrativa decimonónica, aderezada con sentido del humor y una
curiosa facilidad para describir situaciones en unos cuantos trazos. En
ella se habla de los viajes que hacen los alemanes a Italia,
de canarios enjaulados, enamorados bobalicones, moscas, ruinas
pompeyanas y, como no, de la inefable magia que puede llegar a tener una
mujer al andar. No puedo evitar recordar que mi madre me contó en una
ocasión que mi padre le decía «andas como una diosa», al poco de conocerla.
Wilhelm Jensen (Holstein, 1837-1911), escritor y poeta alemán, era hijo natural del alcalde de Kiel. Estaba emparentado con una tribu de escritores, yerno del periodista Johann August Moritz Brüehl (1819-1877),
suegro del historiador Eduard Heyck, y abuelo del escritor y
poeta Hans Heyck.
Fué un médico que abandonó su profesión para dedicarse a las letras. Notable poeta, fué uno de los novelistas más prolíficos de su época, dejó más de 150 novelas y, curiosamente, hoy se le recuerda sobre todo por estas cien páginas que forman su obra más famosa y perdurable.
Wilhelm Jensen
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Caro blogueiro
ResponderEliminarPostei um ensaio baseado nesse famoso romance. Para conferir, acesse o link abaixo:
http://www.levibronze.blogspot.com.br/2013/06/o-homem-e-gaiola.html