Título: Lectura fácil
Autora: Critina Morales
Páginas: 420
Editorial: Anagrama
Editorial: Anagrama
Precio: 19,90 euros
Año de edición: 2018
Año de edición: 2018
Esta sensacional novela, flamante ganadora del Premio Herralde de novela 2019 cuenta la vida y milagros de cuatro discapacitadas mentales, Nati, Patri, Marga y Ángela, que comparten un piso tutelado por la Generalitat de Cataluña en la Barcelona de Ada Colau, mediante el expediente de darles voz alternativamente a cada una de ellas, en varias rondas, hasta completar una obra originalísima, llena de vida y frescura. Un collage genial completado con actas de juicios, de reuniones, documentos varios y un fanzine feminista completo de 38 páginas.
Un texto feminista, descarado y radical, es decir estupendo, escrito con una naturalidad y desparpajo envidiables, que sabe a verdad y que dibuja una crónica completa y detallada de una realidad que la autora parece conocer muy bien gracias a sus actividades de tipo social.
A pesar de la fuerte carga política de este libro, no hay que olvidar que es una novela, una ficción; que no se pongan nerviosos los machirulos y antifeministas porque no es un ensayo ni un libro de pensamiento, sino el retrato de unos personajes que transpiran autenticidad, con amenidad, sentido del humor y mucho oficio, en un ejercicio de estilo espléndido.
Los diálogos son la bomba, los personajes son de antología y las actas de las asambleas del Grupo de Okupación no tienen desperdicio. Creo que el desarrollo del libro es impecable y que un planteamiento tan arriesgado y peligroso, está ejecutado con una madurez y una solvencia impropia de la juventud de la autora. Cristina Morales es una escritora de primera que, o mucho me equivoco, o va a dar mucho que hablar en los próximos años.
Es novela es tan buena que resulta cómica y es inevitable reir a ratos de pura satisfacción y gozo lector. Late en el fondo de esta narración provocadora y deslenguada, un tono anarquista de lo más sano y una claridad de ideas envidiable. Uno de los personajes argumenta que aunque Marx decía que «la alienación es la desposesión que sufre el obrero de su manufactura, en realidad es la identificación de nuestros deseos e intereses con los deseos e intereses del poder; en consecuencia, hacer cola para pagar y que no la hagan ellos para cobrar, es el colmo de la alienación». Brillante y divertido.
En este libro se aprenden cosas como qué es el síndrome de las compuertas, los principios de la lectura fácil, en qué consiste un porté y que «los partidos políticos son empresas privadas dedicadas a la producción de representantes públicos».
No faltan las escenas pornográficas en un par de episodios subidos de tono, y es que en realidad ¿porque hurtar al lector ese segmento de realidad? Puede ser que en esos dos pasajes estribe el motivo por el que el original sufrió un intento de censura. Seix Barral iba a publicar la novela, pero según parece propuso ciertas modificaciones a la autora, que se negó en redondo y finalmente ha salido editada por Anagrama. Parece mentira que en el siglo XXI pasen estas cosas.
En resumen, una novela genial, escrita con mucho humor y soltura, original, provocadora con la pintada que se ha aprovechado para diseñar la portada, con las ideas muy claras y buena, muy buena, tan buena que no se puede hacer otra cosa que recomendarla.
Cristina Morales (Granada, 1985) es una de las escritoras españolas jóvenes más valoradas y bien consideradas. Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Granada, es especialista en Relaciones Internacionales, trabaja como intérprete y reside en Barcelona.
En el 2002 y el 2006 ganó el Certamen Andaluz de Escritores Noveles en la modalidad de relato y novela corta, respectivamente y al año siguiente logró una beca como residente en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba.
En el 2013 apareció su primera novela: «Los combatientes», con la que obtuvo el Premio Injuve de Novela. En 2015 fue finalista con el relato corto «El hombre de los buzones» de los Premios Francesc Cande y publicó «Malas palabras», un encargo de la edtorial Lumen en el que se mete en la piel de Santa Teresa de Jesús y escribe un diario detallado de su vida.
En el 2018, ha ganado el Premio Herralde con esta novela, «Lectura fácil».
Un texto feminista, descarado y radical, es decir estupendo, escrito con una naturalidad y desparpajo envidiables, que sabe a verdad y que dibuja una crónica completa y detallada de una realidad que la autora parece conocer muy bien gracias a sus actividades de tipo social.
A pesar de la fuerte carga política de este libro, no hay que olvidar que es una novela, una ficción; que no se pongan nerviosos los machirulos y antifeministas porque no es un ensayo ni un libro de pensamiento, sino el retrato de unos personajes que transpiran autenticidad, con amenidad, sentido del humor y mucho oficio, en un ejercicio de estilo espléndido.
Los diálogos son la bomba, los personajes son de antología y las actas de las asambleas del Grupo de Okupación no tienen desperdicio. Creo que el desarrollo del libro es impecable y que un planteamiento tan arriesgado y peligroso, está ejecutado con una madurez y una solvencia impropia de la juventud de la autora. Cristina Morales es una escritora de primera que, o mucho me equivoco, o va a dar mucho que hablar en los próximos años.
Es novela es tan buena que resulta cómica y es inevitable reir a ratos de pura satisfacción y gozo lector. Late en el fondo de esta narración provocadora y deslenguada, un tono anarquista de lo más sano y una claridad de ideas envidiable. Uno de los personajes argumenta que aunque Marx decía que «la alienación es la desposesión que sufre el obrero de su manufactura, en realidad es la identificación de nuestros deseos e intereses con los deseos e intereses del poder; en consecuencia, hacer cola para pagar y que no la hagan ellos para cobrar, es el colmo de la alienación». Brillante y divertido.
En este libro se aprenden cosas como qué es el síndrome de las compuertas, los principios de la lectura fácil, en qué consiste un porté y que «los partidos políticos son empresas privadas dedicadas a la producción de representantes públicos».
No faltan las escenas pornográficas en un par de episodios subidos de tono, y es que en realidad ¿porque hurtar al lector ese segmento de realidad? Puede ser que en esos dos pasajes estribe el motivo por el que el original sufrió un intento de censura. Seix Barral iba a publicar la novela, pero según parece propuso ciertas modificaciones a la autora, que se negó en redondo y finalmente ha salido editada por Anagrama. Parece mentira que en el siglo XXI pasen estas cosas.
En resumen, una novela genial, escrita con mucho humor y soltura, original, provocadora con la pintada que se ha aprovechado para diseñar la portada, con las ideas muy claras y buena, muy buena, tan buena que no se puede hacer otra cosa que recomendarla.
Cristina Morales (Granada, 1985) es una de las escritoras españolas jóvenes más valoradas y bien consideradas. Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Granada, es especialista en Relaciones Internacionales, trabaja como intérprete y reside en Barcelona.
En el 2002 y el 2006 ganó el Certamen Andaluz de Escritores Noveles en la modalidad de relato y novela corta, respectivamente y al año siguiente logró una beca como residente en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba.
En el 2013 apareció su primera novela: «Los combatientes», con la que obtuvo el Premio Injuve de Novela. En 2015 fue finalista con el relato corto «El hombre de los buzones» de los Premios Francesc Cande y publicó «Malas palabras», un encargo de la edtorial Lumen en el que se mete en la piel de Santa Teresa de Jesús y escribe un diario detallado de su vida.
En el 2018, ha ganado el Premio Herralde con esta novela, «Lectura fácil».
Cristina Morales
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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