El picapedrero
—Perdone, amigo, ¿cuánto tiempo se tarda en ir de Corbigny a Saint-Révérien?
El picapedrero levanta la cabeza y apoyándose en su maza, me observa a través de la rejilla de sus gafas, sin responder.
Repito la pregunta. No responde.
—Debe ser sordomudo —pensé y continué mi camino.
Había recorrido apenas un centenar de metros cuando oigo la voz del picapedrero. Me llama y agita su maza. Regreso y me dice:
—Necesitará dos horas.
—¿Por qué no me lo ha dicho usted antes?
—Señor —me explica el picapedrero— me ha preguntado cuánto tiempo se necesita para ir de Corbigny a Saint-Révérien. Tiene usted una mala forma de preguntar a la gente. Se necesita lo que se necesita. Eso depende del paso. ¿Conozco yo acaso a qué velocidad camina usted? Lo he dejado marcharse. Lo he visto caminar un trecho. Luego he echado cuentas y ahora ya lo sé; ya puedo informarle: necesitará dos horas.
Jules Renard (Mayenne, 1864-1910)
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario