lunes, 25 de noviembre de 2013

Filosofícula- Leopoldo Lugones


Título: Filosofícula 
Autor: Leopoldo Lugones 

Páginas: 149 

Editorial: Eneida 

Precio: 12 euros

Año de edición: 2013 

Esta antología de 43 minirrelatos, de tres páginas como mucho, y 7 poemas, preparada por el mismo autor, es una magnífica oportunidad para asomarse al mundo literario creado por Lugones. Polígrafo, hombre de vastísima cultura, figura clave del modernismo argentino y hombre de una inagotable creatividad, ideó estrofas nuevas, invento palabras, creó metáforas e imágenes brillantes, renovó la manera de escribir e influyó en toda la literatura suramericana.

Sus cuentos fantásticos dejaron su huella en Borges, Bioy Casares y Cortázar. Sin él no puede entenderse bien porqué surgió el realismo mágico en su país y se dice que su obra resume toda la historia de la literatura argentina.

Son cuentos llenos de ingenio, de originalidad, que a menudo toman historias y situaciones clásicas, ya conocidas (como Caín y Abel, Jesús y la Samaritana, Jesús y el resucitado...) y les dan la vuelta para mostrar trasfondos inesperados.

El título de la obra es «Filosofícula», algo así como Filosofía pequeña y de andar por casa, porque aborda el porqué de las cosas de una manera ligera y poco rigurosa, sin generar un sistema filosófico ni pretender ninguna trascendencia, pero de manera muy aguda y creativa, con un toque de humor algo socarrón a veces.

Un compendio estupendo para conocer y disfrutar un autor raro, extraño, original, ilustre antecesor de los temas borgianos, con un torrente de ideas y creatividad. Un libro muy recomendable que afortunadamente la editorial Eneida ha tenido el acierto de reeditar.

Leopoldo Lugones (Villa de María del Río Seco, Argentina, 1874-1938), poeta, periodista, ensayista y político, hijo de un hacendado, nació en el pueblecito en el que su padre se detuvo a descansar yendo de viaje y conoció a su madre. Recibió una educación católica muy estricta. A los diez años era ya un lector compulsivo y voraz, llamaba la atención por su prodigiosa memoria y amenizaba las reuniones sociales con sus demostraciones. 

Su padre le envió a Buenos Aires con su abuela materna para que completase su educación, pero su familia se arruinó y tuvo que empezar a trabajar como periodista. Siendo muy joven publicó poesía, fundó un periódico revolucionario, promovió varias huelgas y se alistó para frenar el levantamiento del ejército en Rosario. Tuvo una trayectoria política curiosa, que pasó por el anarquismo, el socialismo, la masonería, el conservadurismo, el liberalismo y acabó en el fascismo.

Fué amigo de Rubén Dario y una de las figuras claves del modernismo, rescató el Martín Fierro y lo defendió como símbolo y retrato de la identidad argentina. Le gustaba vestir bien y era un maniático del orden.

Se suicidó a los 64 años en el hotel «El Tropezón» en Tigre (Buenos Aires) bebiendo una mezcla de whisky y cianuro. En la mesa dejó una carta y un artículo sin acabar. La carta no aclaraba los motivos de su muerte, en ella decía estar en plena posesión de sus facultades, que le enterrasen sin lápida ni caja, que lamentaba no poder acabar su último libro y acababa con un enigmático «basta».

Según parece tenía desde hacía doce años una amante, que había conocido cuando era una adolescente. Su único hijo, todo un personaje, condenado por violar a un menor, luego polícia y responsable de la introducción de la picana en los interrogatorios, se puso a esa relación y amenazó a la familia de la chica. Según Borges, se suicidó por amor.

 
Leopoldo Lugones

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. Siempre no falta agregar, "declarado en contra del antisemitismo", gracias por la recomendación hecha, desconocía esta obra. Saludos.

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