Título: Don Camilo
Autor: Giovanni Guareschi
Páginas: 276
Editorial: Homo Legens
Precio: 19,90 euros
Año de Edición: 2007
Siempre me acordaré de cómo conocí a Don Camilo a los once años, en la playa, cuando mi tío llevó como lectura veraniega este libro. Me preguntó si lo conocía y me lo dejó para que le echase un vistazo mientras se iba a dar un baño con una sonrisa pícara. Yo lo abrí inocentemente y me enganchó de tal manera que ya no lo pude soltar hasta acabarlo; me pasé dos días bajo la sombrilla leyendo y leyendo sin parar. Ahora creo que mi tío lo hizo a propósito para meterme el gusanillo de la lectura.
Es una obra encantadora, una colección de treinta y siete relatos sobre las aventuras y desventuras de dos personajes geniales, Don Camilo, el cura de un pequeño pueblo italiano, y Pepón, el alcalde comunista. Los dos son rivales y a la vez amigos, se conocen, se respetan y los dos tienen una fuerza hercúlea. Son algo brutos, un poco fanfarrones y siempre están a la gresca, pero en el fondo son unos buenazos llenos de humanidad, que se ven envueltos en las más disparatadas peripecias por tener buen corazón. El sacerdote tiene un Cristo en el altar con el que habla, que representa la voz de su conciencia, lo que da lugar a diálogos con un toque de fina ironía.
Un clásico, publicado en 1948, recomendable para todo tipo de lectores, que se lee de un tirón y con una sonrisa en los labios, porque las situaciones son cómicas a más no poder. Es una maravilla leer un buen libro en el que la política siempre se aborda con humor y ternura. El texto refleja además el ambiente y el contexto de la Bassa, el centro de la llanura del Po en donde está el pequeño pueblo en el que nació Guareschi. Al principio del volumen se incluyen tres soberbios relatos costumbristas ambientados en ese entorno, que dibujan el paisaje humano y social de la zona.
Páginas: 276
Editorial: Homo Legens
Precio: 19,90 euros
Año de Edición: 2007
Siempre me acordaré de cómo conocí a Don Camilo a los once años, en la playa, cuando mi tío llevó como lectura veraniega este libro. Me preguntó si lo conocía y me lo dejó para que le echase un vistazo mientras se iba a dar un baño con una sonrisa pícara. Yo lo abrí inocentemente y me enganchó de tal manera que ya no lo pude soltar hasta acabarlo; me pasé dos días bajo la sombrilla leyendo y leyendo sin parar. Ahora creo que mi tío lo hizo a propósito para meterme el gusanillo de la lectura.
Es una obra encantadora, una colección de treinta y siete relatos sobre las aventuras y desventuras de dos personajes geniales, Don Camilo, el cura de un pequeño pueblo italiano, y Pepón, el alcalde comunista. Los dos son rivales y a la vez amigos, se conocen, se respetan y los dos tienen una fuerza hercúlea. Son algo brutos, un poco fanfarrones y siempre están a la gresca, pero en el fondo son unos buenazos llenos de humanidad, que se ven envueltos en las más disparatadas peripecias por tener buen corazón. El sacerdote tiene un Cristo en el altar con el que habla, que representa la voz de su conciencia, lo que da lugar a diálogos con un toque de fina ironía.
Un clásico, publicado en 1948, recomendable para todo tipo de lectores, que se lee de un tirón y con una sonrisa en los labios, porque las situaciones son cómicas a más no poder. Es una maravilla leer un buen libro en el que la política siempre se aborda con humor y ternura. El texto refleja además el ambiente y el contexto de la Bassa, el centro de la llanura del Po en donde está el pequeño pueblo en el que nació Guareschi. Al principio del volumen se incluyen tres soberbios relatos costumbristas ambientados en ese entorno, que dibujan el paisaje humano y social de la zona.
Don Camilo y Pepón, en pleno debate
El volumen está estupendamente ilustrado con los dibujos originales del autor, como el que se ve más arriba, uno por cada relato. En este enlace podéis acceder al contenido del libro capítulo a capítulo.
Giovanni Guareschi (Rocabianca, 1908-1968) fué un periodista y escritor humorístico italiano, hijo de un comerciante y de la maestra del pequeño pueblo en el que nació. Sus padres se arruinaron y no pudo acabar sus estudios, así que empezó a trabajar como periodista. Firmó algunas críicas contra Mussolini y la movilización forzosa le salvó de males mayores.
Acabada la guerra, fundó una revista satírica y fué condenado varias veces por difamación, por denunciar casos de corrupción, probablemente con razón, pero sin pruebas. Llegó a pasar un año en la cárcel por publicar unas cartas del que luego sería Primer Ministro, el democristiano De Gasperi, en las que pedía a los aliados bombardear Roma para desmoralizar a los colaboradores de los alemanes. Era profundamente católico.
Éste hombre corpulento y fortachón que se ve en la foto, que bien podría haber interpretado al alcalde Pepón, es Guareschi.
Giovanni Guareschi
Un libro delicioso, ameno y de un humor ligero, que resiste perfectamente el paso del tiempo y que os recomiendo sin ninguna duda, si todavía no lo habéis leído.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Uno de los libros que recuerdo con más emoción y quizá el primer libro de verdad que leí.Tendría más o menos la misma edad que dice Antonio y estuve " devorándolo " una tarde lluviosa de primavera.Me reí a carcajadas y eso es difícil de olvidar.Pilar Saavedra
ResponderEliminar