jueves, 16 de octubre de 2014

Vi - Nikolái Gógol


Título: Vi
Autor: Nikolái Gógol

Páginas:115

Editorial: Nórdica

Precio: 15 euros 

Año de edición: 2012

Éste es uno de los relatos menos conocidos de Gógol y también uno de los más impresionantes.  Según el autor, no es en realidad una obra suya, sino una transcripción fiel de una leyanda ucraniana de tradición oral, la de Vi, el jefe de los gnomos, un ser espantoso y deforme, de párpados monstruosos que llegan hasta el suelo.

Sea como sea, el relato es espeluznante. Es una historia rural de brujas y vampiros en la Ucrania profunda que mezcla sabiamente las escenas cotidianas costumbristas, descritas con realismo y todo lujo de detalles, con los pasajes fantásticos, de manera que éstos resultan más verosímiles y creíbles. La descripción de un seminario y la vida de los internos con la que se abre la narración es magistral; a partir de ahí el horror se va apoderando de la historia poco a poco hasta la apoteosis final.

Un relato moderno, eficaz, que penetra en la imaginación y la escita solapadamente hasta producir un escalofrío en el lector. Una historia de terror magistral, soberbia en su perfección, que vale la pena descubrir y viene a decirnos, de nuevo, que Gógol es un verdadero maestro.

Esta edición está estupendamente ilustrada por el argentino Luis Scafati (Mendoza, 1947) con unos dibujos que se adaptan perfectamente al texto y potencian su tono inquietante.
       

Nikolái Gógol (Soróchintsy,1809-1852) nació en la actual Ucrania, en una familia de la nobleza rutena. A los diecinueve años se instaló en San Petersburgo, con el objetivo claro de convertirse en escritor de éxito, cosa que consiguió después de varios intentos y obras fallidas, como una espantosa novela en verso. 

Su primera comedia, titulada «El inspector», era una sátira de la corrupción de la burocracia que le acarreó algunos problemas con el gobierno que le obligaron a marcharse de su país. Anduvo durante cinco años por Francia, Alemania, Suiza e Italia. En Roma escribió sus obras más importantes, como «Almas muertas», considerada la primera novela rusa moderna, y «El capote».

Su tendencia al sarcasmo, su ironía y en ocasiones un sentido del humor algo absurdo y surrealista hacen de él un autor interesantísimo, de una influencia muy poderosa en toda la literatura rusa posterior. Murió muy joven y medio loco. Sobre su tumba hay un epitafio que dice: «Se reirán de mis amargas palabras».
   
Nikolái Gógol en 1854

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

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