Título: La forja de un rebelde (II). La ruta
Autor: Arturo Barea
Editorial: Debolsillo
Precio: 7,95 euros
Año de edición: 2006
«La
forja de un rebelde (II): La ruta» es una novela de guerra, segunda parte
de la trilogía autobiográfica del escritor Arturo Barea (Badajoz, 1897-1957).
Este volumen, junto con el anterior y el siguiente, fué incluido por el
diario El Mundo en su lista de las 100 mejores novelas escritas en
castellano en el siglo XX.
«La
ruta» es, de las tres partes, la entrega en la que abundan más
referencias históricas; importante aliciente para los amantes del
género. Tiene también una narrativa más amena y entretenida que los
otros dos tomos, incluso de mayor calidad, erradicando las páginas
tediosas y las oraciones descriptivas que no conducían a ninguna parte,
abundantes en el inicio de la trilogía.
Como
un severo escrutinio de esos fragmentos de nuestra vida que dicen que
se nos aparecen a semejanza de película en situaciones
límite, justo antes de dormir y al borde de la expiración, nos presenta este autor su vida por escrito. Es llamativo el lujo de detalles con el que
narra cada recuerdo, como si hubiese sucedido hace sólo un instante. Barea hace gala de una capacidad sólo al alcance de los dotados de
una excelente memoria.
Esta segunda parte de su trilogía, está dedicada casi por completo a
su vida castrense. Entre el Arturo, inocente niño, de su primera
novela, y el resignado abonado al «¡no es esto, no es esto!» de Ortega y Gasset que padeció la Guerra Civil Española, existió un joven sargento del cuerpo de ingenieros destinado en el Rif (Marruecos) en plena guerra de España con el protectorado.
Parte
del reinado de Alfonso XIII, visto desde África, permite a Arturo Barea,
muy a su pesar, ser testigo del Desastre de Melilla, acontecimiento
poco conocido de nuestra historia, camuflado por la mayor debacle
española en un conflicto internacional en el siglo XX: el Desastre de Annual (también narrado en este libro). Por otro lado, estando en nuestro país, también relata una curiosa conversación que
mantuvo en un encuentro fortuito, con el dictador Primo de Rivera
durante sus años de gobierno.
A
pesar de poder parecer una crónica subjetiva por el hecho de haber
tomado parte el narrador en uno de los bandos de la contienda, Barea consigue escribir un libro imparcial, haciendo incluso una severa
crítica de su propia causa, y convirtiendo así a «La
ruta» en una excelente
novela para sumergirse en los «felices» años veinte españoles.
Arturo Barea
Publicado por Jesús Rojas.
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