lunes, 24 de junio de 2013

Amado monstruo - Javier Tomeo


Título: Amado monstruo 
Autor: Javier Tomeo 

Páginas: 111

Editorial: Anagrama

Precio: 6 euros 

Año de edición: 2002


El pasado sábado falleció a los ochenta años el escritor oscense Javier Tomeo, un autor inclasificable, no muy conocido, al que leí bastante en la década de los 70 y que ya ha aparecido en este blog a propósito de «El castillo de la carta cifrada».

«Amado monstruo», publicada en 1984, es otra de sus novelas más representativas y una obra maestra. En ella, bajo la forma de una entrevista de trabajo, se va desvelando poco a poco la personalidad de los dos protagonistas, entrevistador y entrevistado, dos tipos poco convencionales y con sus rarezas, desde luego, pero a la vez muy humanos. Y es que Tomeo, defensor de la monstruosidad esencial de la persona, nos convence enseguida de que lo habitual  es ser excéntrico, rebuscado, maniático y peculiar.

Este genial aragonés parece haber aprendido de Goya y Buñuel a escribir en blanco y negro sobre las deformidades humanas, con humor, ironía y un toque de compasión. Recuerda inevitablemente a Kafka y a a veces, a las teorías de Freud. Desde luego  todos coinciden en dos cosas: en que es muy bueno y en que no se parece a sus contemporáneos. Sabe mezclar en sus cuentos y novelas cortas el absurdo y lo grotesco, con cierta ternura y la lírica más delicada. 

Su lenguaje es muy peculiar, preciso, recortado y sintético; «si puedo decir algo en cuatro palabras, no uso ocho» decía. A la vez manejaba el español con una propiedad, con una perfección poco habitual en estos días. Corregía obsesivamente sus textos y era un especialista en las distancias cortas, es decir el cuento y la novela de cerca de cien páginas.

Un autor único, singular, muy original y creativo, muy maduro, que nos devuelve nuestra imagen deformada en el espejo de su literatura para mostrarnos nuestros defectos y enseñarnos más verazmente cómo somos en realidad. No es demasiado conocido, aunque siempre ha tenido lectores de culto. Os recomiendo que os acerquéis a sus libros y los disfrutéis.

Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932-2013) fué un escritor aragonés, autor de novela y teatro, con una presencia física ruda e impresionante y un estilo espléndido: conceptista,  recortado y de una pureza poco común. Licenciado en Derecho y en Criminología por la Universidad de Barcelona, trabajó en la multinacional Olivetti y comenzó escribiendo por encargo novelas del oeste y una «Historia de la esclavitud». 

En 1971 ganó el Premio de Novela Corta Ciudad de Barbastro con «El unicornio». Luego llegaron los premios y el reconocimiento de la crítica. Fué un autor muy prolífico, que publicó más de 30 novelas y volúmenes de cuentos, y tuvo mucho éxito en Francia como autor teatral.

Seguía escribiendo a diario, siempre se mantuvo algo alejado de los medios y el mundillo literario y odiaba cordialmente la televisión. «Sólo me sirve para ponerme de mala leche, pero eso me ayuda a escribir» llegó a decir. Él mismo parecía uno de sus monstruos literarios, solitario, grandote, tímido, lacónico, tierno y con un cierto aire de no encajar bien en ningún sitio.

 Javier Tomeo

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Tenía una estética inquietante y poderosa.

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  2. Sí. Poseía un lenguaje preciso. muy cuidado, y daba siempre la sensación de saber de nosotros un poco más que nosotros mismos.
    Un fenómeno.

    Salud y libros

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