Título: Una boda en Brownsville
Autor: Isaac Bashevis Singer
Páginas: 252
Editorial: Bruguera
Precio: 8,95 euros
Año de edición: 1981
Hoy tengo que pediros disculpas, porque os triago un libro que está agotado, aunque se puede encontrar en bibliotecas y librerías de segunda mano. Publicado en 1961, se trata de una estupenda antología de dieciséis relatos del más genuinamente judío de los escritores judíos europeos, Isaac Bashevis Singer.
Son cuentos empapados de tradiciones judías, religión, obsesión por la muerte, el sexo y el pecado, que parecen extrañamente familiares y es que no hay que olvidar que las raíces de nuestra cultura son en buena parte judeocristianas.
Están plagados de proverbios y refranes curiosos: «Que Dios nos libre de todo aquello a lo que podamos acostumbrarno», «Como todos los que se dedican por entero a los placeres de la carne, envejecieron prematuramente», «Nada permanece oculto bajo el sol» y otras perlas del mismo estilo.
Muestran un sentido del humor muy especial, dan la sensación de una cierta ligereza, de pasar por encima de temas terribles con cierta liviandad. A menudo se mueven en el límite entre lo real y lo fantástico, lo cotidiano y lo mágico-religioso. Son historias estupendas que me recuerdan los cuadros de Chagall, me lo he pasado de miedo leyéndolas y espero que os lo paséis tan bien como yo.
Un buen libro, muy entretenido, ameno, que sirve de introducciòn a la literatura de este judío genial y divertido, que me imagino que debió de ser tan pillín como parece en las fotos. Muy bueno.
Isaac Bashevis Singer (Radzymin, 1902-1991) fué un escritor judío y polaco, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1978. Era hijo y nieto de rabinos, creció en el barrio judío de Varsovia, hablando yiddish, el hebreo que se dejó influir por el alemán y otros idiomas centroeuropeos. Desde muy pequeño conoció la persecución y los pogromos.
En 1935 y ante el ascenso del nazismo, emigró a EE. UU. dejando atrás a su mujer y familia para empezar una ueva vida. Se volvió a casar y comenzó a escribir en periódicos judíos y pronto comenzó a publicar libros de historias típicamente judías. Era vegetariano por compasión hacia los animales. «Lo hago por su salud, no por la mía», solía decir.
Son cuentos empapados de tradiciones judías, religión, obsesión por la muerte, el sexo y el pecado, que parecen extrañamente familiares y es que no hay que olvidar que las raíces de nuestra cultura son en buena parte judeocristianas.
Están plagados de proverbios y refranes curiosos: «Que Dios nos libre de todo aquello a lo que podamos acostumbrarno», «Como todos los que se dedican por entero a los placeres de la carne, envejecieron prematuramente», «Nada permanece oculto bajo el sol» y otras perlas del mismo estilo.
Muestran un sentido del humor muy especial, dan la sensación de una cierta ligereza, de pasar por encima de temas terribles con cierta liviandad. A menudo se mueven en el límite entre lo real y lo fantástico, lo cotidiano y lo mágico-religioso. Son historias estupendas que me recuerdan los cuadros de Chagall, me lo he pasado de miedo leyéndolas y espero que os lo paséis tan bien como yo.
Un buen libro, muy entretenido, ameno, que sirve de introducciòn a la literatura de este judío genial y divertido, que me imagino que debió de ser tan pillín como parece en las fotos. Muy bueno.
Isaac Bashevis Singer (Radzymin, 1902-1991) fué un escritor judío y polaco, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1978. Era hijo y nieto de rabinos, creció en el barrio judío de Varsovia, hablando yiddish, el hebreo que se dejó influir por el alemán y otros idiomas centroeuropeos. Desde muy pequeño conoció la persecución y los pogromos.
En 1935 y ante el ascenso del nazismo, emigró a EE. UU. dejando atrás a su mujer y familia para empezar una ueva vida. Se volvió a casar y comenzó a escribir en periódicos judíos y pronto comenzó a publicar libros de historias típicamente judías. Era vegetariano por compasión hacia los animales. «Lo hago por su salud, no por la mía», solía decir.
Nos ha dejado unos cuarenta y siete títulos en yiddish, entre novelas, relatos y cuentos para niños. Es el gran autor judío, el más típico y emblemático. Si alguien quiere conocer la cultura yiddish, que lea a Singer.
Isaac Bashevis Singer
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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