domingo, 1 de julio de 2012

Ciento volando de catorce - Joaquín Sabina


Título: Ciento volando de catorce
Autor: Joaquín Sabina

Páginas: 144

Editorial: Visor
 
Precio: 10 euros 

Año de Edición: 2001 (16ª edición)

Que buena parte del éxito de Joaquín Sabina se debe a la calidad de sus letras, no es ningún descubrimiento. A veces parece un poeta que cultiva el género de las letras para canciones, o unartista que recita más que canta. El caso es que domina la expresión barroca, el decir mucho con pocas palabras, algo que recuerda al conceptismo de Quevedo, salvando las distancias, por supuesto. Como áquel, utiliza el sarcasmo, la ironía, la mordacidad para lograr una mayor expresividad y una cierta pose de estar de vuelta de casi todo. Los temas que trata son de actualidad, cercanos, y siempre extraídos de su experiencia vital.

Como muestra de lo dicho, todos recordamos ese himno alternativo de la capital de España, «Pongamos que hablo de Madrid», y aquí tenemos una muestra: una colección de cien sonetos, más que aceptables. Si el soneto es la piedra de toque donde se ve la grandeza de un poeta, Don Joaquín pasa la prueba con nota alta. Incluso los que rechazan el personaje por su aura ligeramente canalla, tienen que reconocer que se trata de un poeta nada desdeñable. Un libro muy recomendable para aficionarse a la poesía y para fijarse un poco más en las letras de los temas de este jiennense ilustrado.

Joaquín Sabina

Joaquín Sabina (Úbeda, 1949), hijo de un inspector de policía, tuvo una juventud algo ajetreada. Estudió bachillerato con los Salesianos y, al aprobar cuarto y reválida, su padre le quiso regalar un reloj, pero Joaquín le dijo que prefería una guitarra. Estudió Filología románica en la Universidad de Granada, se hizo activista antifranquista y su padre recibió la orden de arrestarle por comunista. Por añadidura, lanzó un cóctel Molotov contra el Banco de Bilbao en Granada com protesta por el Juicio de Burgos, por lo que se vió obligado a irse a Londres, dónde vivió como okupa varios años. 

Al morir Franco, volvió a España, comenzó a grabar discos. Se asoció com Javier Krahe y Alberto para actuar juntos en la noche madrileña y publicar un disco conjunto titulado «La Mandrágora»; a partir de ahí de hizo cada vez más famoso y su triunfo fué inevitable. Después de superar en el año 2001 su adicción a la cocaína, un infarto cerebral y varias depresiones, ha grabado varios discos que han seguido teniendo un éxito espectacular. Y ya me despido, por hoy, con uno de mis temas favoritos, una antología de símiles sobre el desamor

 

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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