lunes, 16 de julio de 2012

Cuentos completos - William Faulkner



Título: Cuentos completos
Autor: William Faulkner

Páginas: 816

Editorial: Alfaguara
 
Precio: 24 euros 

Año de Edición: 2009

El pasado 6 de julio se han cumplido cincuenta años de la muerte de William Faulkner (New Albany, 1897-1962), sureño, bebedor, escèptico, genial y poco leído. Un gran innovador, que recuerda a Virginia Woolf, Marcel Proust y James Joyce, que revolucionó la novela e influyó poderosamente en autores como Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Gabril García Márquez y Juan Carlos Onetti.

Tengo que confesar que lo conocí gracias a «Amanece que no es poco» (1989), esa película tan divertida y surrealista de José Luis Cuerda. Cuando la ví no había leído nada de él y me llamó la atención que en el argumento se repitiese varias veces que en aquel pueblo desquiciado de La Mancha se leía mucho a Faulkner, con lo que supuse que se trataba de un autor de culto, difícil y algo experimental. Busqué algún libro suyo, me topé con la edición anterior (ahora ampliada) de esta colección de cuentos publicada en Alfaguara y me encantó.

No es un autor fácil y la mejor manera de empezar con él creo que es hincarle el diente a estos «Cuentos completos». Son piezas breves, si uno de ellos no nos engancha, no importa, hay que seguir y seguir, leer lo más rápido posible y antes o después...¡milagro!, se entra en una nueva manera de narrar y la sensación es maravillosa.  

Faulkner escribe con una torrencialidad que casi marea, arrolla al lector con una locomotora de palabras, frases largas como borbotones que no siguen las reglas habituales. La sintaxis no me interesa llegó a decir. Y desde luego, si uno se fija en una frase aislada, está mal construida o tiene algún problema, pero si se lee a toda velocidad el efecto es endiablado. Javier Marías pone como ejemplo de su estilo este fragmento: «Jason escupió al fuego. El fuego silbó, se desenroscó, se volvió negro. Luego se puso gris. Luego se fue 

En este volumen se han reunido cuarenta y dos relatos, algunos inéditos en español; la mayoría giran alrededor del mítico condado de Yoknapatawpha, inspirado en el condado de Lafayette (Misisipi), un territorio olvidado, profundo, derrotado, habitado por dinastías de perdedores llenos de manías y extravagancias, de pecados y defectos, pero profundamente humanos. Aquí se encuentra el famoso cuento titulado «El oso», una auténtica obra maestra.  

Faulkner tiene la grandeza de los clásicos e irremediablemente se gana nuestra complicidad hasta conseguir que ese mundo, rural y ancestral, se nos haga familiar y tengamos la sensación de habitarlo, de que allí hay algo nuestro, muy profundo.

William Faulkner

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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