martes, 24 de julio de 2012

Diablos de polvo - Roger Smith


Título: Diablos de polvo
Autora: Roger Smith

Páginas: 344

Editorial: ES POP Ediciones

Precio: 19,95 euros 

Año de Edición: 2012

Me encanta leer autores africanos, de diversos orígenes, es donde encuentro una literatura muy viva, actual pero distinta, novedosa, a veces de un dramatrismo descarnado, aunque éste no es el caso.
                    
Una novela de Roger Smith, escritor sudafricano blanco, de Johannesburgo pero que vive en Ciudad del Cabo. Publicada en mayo 2012, recién salida del horno. Son 344 páginas y en casi todas, violencia de alta intensidad
             
El título hace referencia a los mini tornados que aparecen en el Veldt que es el paisaje en el que trascurre la obra. Normalmente son poco peligrosos pero a veces se pueden volver muy destructores. Por tanto tiene una doble lectura, como fenómeno meteorológico y como símbolo de lo que ocurre en la obra.
               
La dos primeras páginas son trepidantes, te enganchan y ya es difícil soltarse pero, como tantas promesas, quedará incumplida, porque es imposible crear tanto durante tanto tiempo, y porque hasta el planteamiento más extremista en algún momento te deja de sorprender. Para no desvelar el principio, diré que tras cometerse varios asesinatos, Robert Dell, de 48 años, blanco, y su padre de 72, enfermo terminal de cáncer de pulmón,.se enrolan en su destino para vengar la muerte de personas queridas. Quieren matar al asesino. Así que entre novela policíaca, un poco de Marcial Lafuente Estefanía (con todos mis respetos para Don Marcial ) y novela sudafricana costumbrista de Zululandia, va avanzando el relato que siempre tiene, no obstante, una gran calidad e interés. 
                      
Los ayudantes no pueden ser más opuestos: Robert fue un activista de izquierdas antiapartheid y su padre, un racista militante, que presume de haber mandado a Nelson Mandela a la cárcel. Hay otro personaje, extravagante como su nombre (Disaster Zondi), un ex-policía negro de 40 años, que va en la misma dirección, vamos, que es otro ayudante sin proponérselo. El desea rescatar a una joven de 16 años, Sunday, que está condenada, o mejor dicho ha sido vendida para casarse con un hombre negro (el malo) que le dobla en edad: su destino es curar el SIDA de su esposo, ya que la niña es virgen. Curiosa tradición zulú  que creo que está muy extendida.
              
Planteado el argumento, se comprende que el diablo de polvo en la obra no es de los pacíficos. La violencia es lo único que anegará el reseco, árido y desértico Veldt, de montañas rojizas, de rocas despiadadas, de colores terrosos, con un sol implacable como el malo. El paisaje es  un personaje más, a la vez que un decorado, el refugio y la tumba, el vehículo de la acción y el destino de protagonistas y habitantes.
                     
Y por supuesto, el malo: el asesino despiadado se llama Inja (que quiere decir perro en lengua zulú), un cacique (induna) en su región natal, al servicio del Ministro del Interior. El que hace el trabajo negro (y nunca mejor dicho) para dejar vía libre al ínclito político.
            
Es aquí, en el patio trasero de Sudáfrica y lejos de los centros de poder donde suceden los hechos. Donde mueren casi todos y sobre todo la inocencia, donde se entierra a Sudáfrica de forma simbólica y de donde saldrá Disaster Zondi para tratar de olvidar en el Cabo, a su tierra natal. Muy apropiada para la playa y para los amantes del género, mejor ponerse debajo de la sombrilla porque engancha y te puedes quemar la espalda. Feliz verano.

Roger Smith
  
Roger hijo fue un destacado activista de izquierdas antiapartheid y Bobby Goodbread, el padre, es un racista militante que presume de que fue quien encarceló a Nelson Mandela

Publicado por Pilar Saavedra.

1 comentario:

  1. Lo he leído hace poco.
    Es un libro sobrecogedor, con uno de los "malos" mejor definidos que me he topado ultimamente.
    Si bien tengo que decir que pierde un poco el ritmo, empieza de forma trepidante y decae un poco a medida que avanzamos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar