Malas artes - Donna Leon

 

Título: Malas artes

Autora: Donna Leon

Páginas: 336
 
Editorial: Seix Barral

  
Precio: 8,90 euros
 
Año de edición: 2006

El verano es sin duda la época del año más favorable para la lectura, y éste que acaba creo que ha cumplido bien las expectativas. Estas vacaciones he dado cuenta de algún libro largo de los que van quedando pendientes a lo largo del año, otro más denso que ha precisado su tiempo, un par de camilleris y cuatro o cinco recomendaciones de Antonio; aunque para terminar la lista de sugerencias de este blog que me apetece leer creo que necesitaría alrededor de un par de reencarnaciones.

Y entre todos, no ha faltado una nueva entrega de las aventuras del comisario Guido Brunetti, ese encantador personaje de una de mis escritoras favoritas, Donna Leon, que sabe acercarse con su buen carácter y su sencillez a tantos lectores.

En esta novela, el comisario se adentra en el mundillo del arte, de los coleccionistas privados y de intermediarios, tratantes, galeristas y anticuarios sin escrúpulos que hicieron grandes negocios en la época del fascismo y la guerra basándose en las necesidades de la gente. Compras aparentemente legales y libres que escondían los apuros que pasaba la población para sobrevivir.

Las grandes colecciones despiertan ambiciones, provocan envidias y delitos, y nuestro comisario se encuentra en este libro ante un caso de muerte violenta que afrontará con la ayuda de otros personajes habituales de la serie: su poderoso y bien informado suegro, la muy eficiente signorina Elettra, secretaria de su jefe, experta informática y con contactos donde haga falta; la relación la completa su inseparable ayudante Vianello, por fin ascendido a inspector.

Siempre encontramos en las novelas de Donna Leon un relato bien estructurado, que no se regodea en escenas de sangre, tranquilo, relajado, atrayente, que se lee rápido y dura poco, como una Mahou bien fresquita.

El protagonista, una persona seguramente encantadora, atrayente, culta y afable, sigue teniendo para mí una laguna: su mujer, que es profesora universitaria, lidia con adolescentes tardíos, da clases en la universidad, tiene que corregir exámenes, y es capaz de sacar tiempo para comprar habitualmente en el mercado de Rialto y de preparar unos platos estupendos de cocina italiana, mientras Guido no pasa de llevar un día un postre a casa o abrir una botella y servir dos copas de Prosecco. Y que no cambia el tipo, oye.

Donna Leon se ha convertido en una visitante habitual de este blog. La escritora de Nueva Jersey se estableció en Venecia hace bastantes años y sigue residiendo allí, enamorada de la ciudad, de la cultura italiana y del modo de vida mediterráneo. Lleva una vida discreta para con sus vecinos, casi anónima, y para preservar su tranquilidad, sus obras no se han traducido al italiano.

Donna Leon

Publicado por John Smith.