sábado, 23 de diciembre de 2017

La mujer que hizo posible «Cien años de soledad»

Mercedes Barcha y Gabriel García Márquez en Barcelona (1972)

El plan era que fuesen solo cuatro meses, pero se convirtieron en dieciocho. No entraba dinero en casa y ella tuvo que hacer juegos malabares con el dinero para que ni él se angustiase, ni sus hijos pasasen hambre. Después de haber empeñado el coche y los electrodomésticos, llevó al Monte de Piedad el secador de pelo. 

Pero ella sabía que su marido necesitaba escribir aquella novela y se encargó de que no faltasen en su mesa los folios en blanco, aquellos folios que acababan muchas veces arrugados y en el suelo. Ella también se ocupaba de pasar a máquina las páginas que eran ya definitivas. La situación llegó a ser tan extrema, que como no tenían dinero para enviar el original a la Editorial Sudamericana, enviaron solo la primera mitad, luego empeñaron la máquina de escribir y así pudieron enviar el resto.  
 
No podrían haber sobrevivido aquellos meses si algunos amigos no les hubiesen ayudado, pero fué ella la que se ocupó de todo y no dejó que su marido se preocupase. Ella era Marcedes Barcha (Magangué, Colombia, 1932), él, Gabriel García Márquez (Aracataca, 1927-2014) y la novela «Cien años de soledad», que apareció en 1967, hace 50 años.

Parece que la idea se le ocurrió a Gabo en un viaje en coche a Acapulco, con la familia, mientras conducía. En Acapulco estuvo ensimismado, pensando en su novela y nada más volver a su casa de la calle de la Loma, en el barrio de San Ángel de Ciudad de México, donde había llegado cuatro años antes desde Colombia, se encerró para escribir.

Había conocido a Mercedes Barcha en un viaje a Sucre (Bolivia) cuando ella tenía nueve años y él catorce. Él estaba estudiando y le pidió que se casase con él cuando terminase sus estudios. Se casaron un poco mas tarde, en 1958 y estuvieron 56 años juntos. Dicen que ella era una mujer muy linda, con pelo marrón hasta los hombros, nieta de un inmigrante egipcio, lo que al parecer se manifestaba en unos pómulos anchos y ojos castaños grandes y penetrantes.

El caso es que sí, que esta es la historia de la mujer que hizo posible que García Márquez escribiese «Cien años de soledad».

Mercedes Barcha de soltera

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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