jueves, 20 de octubre de 2022

El ala derecha - Mircea Cărtărescu

 

Título: El ala derecha                                                                                                         Autor: Mircea Cărtărescu

Páginas: 560 pág.

Editorial: Impedimenta

Precio: 26 euros

Año de edición: 2022

Parece que octubre es el mes que han elegido los dioses de las letras para cumplir los deseos de los sufridos lectores y permitir que se publiquen los títulos más esperados. Quince años después de su aparición en rumano, en 2007, tenemos ya en las librerías «El ala derecha», tercera y última parte de la genial trilogía titulada «Cegador» (en rumano Orbitor) formada por «El ala izquierda» (2018, en Rumanía, 1996), «El cuerpo» (2020, en Rumanía 2002) mi favorita y la novela que nos ocupa.

Se trata de un texto rompedor y atrevido como los anteriores, que no sigue ninguna convención y en el que el autor nos ofrece un torrente de frases largas, oníricas, surrealistas, absurdas y desquiciadas, en las que todo se mezcla, pero al mismo tiempo llenas de belleza, con un ritmo armónico y equilibrado, un vocabulario variado y elegante, y un lenguaje atrevido y formalmente impecable. No en vano Cărtărescu es, ante todo, poeta y por ello cuida el lenguaje con mimo de orfebre.

Es un libro largo, de más de 500 páginas, muy denso, que parece un resumen de diez o doce libros convencionales, dominado por una perorata incontrolable en la que se cruzan recuerdos, sueños y elucubraciones del autor, en una especie de delirio que me recuerda el estado mental en el que me encontraba las veces que he tenido fiebre muy alta. Se mezclan aquí los tiempos verbales pasados, presentes y futuros, la narración en primera y en tercera persona, los puntos de vista, el espacio y el tiempo, el narrador... con tal habilidad que la transición es siempre suave y el lector casi ni se da cuenta de los cambios. A los dos grandes temas habituales en las dos primeras partes de la trilogía, los recuerdos de infancia del protagonista y sus dispersos delirios, se suma aquí una crónica de Rumanía durante los años de la caída del muro de Berlín y la perestroika. La novela empieza en 1989, la dictadura de Ceaușescu agoniza. Bucarest es un enorme mausoleo, una ciudad de muertos y zombis, llena de ruidos y miseria. De noche se ve la esencia de la urbe. Un caos grotesco y miserable que el joven Mircea observa desde el ventanal de su habitación, con los pies apoyados en el radiador...

El autor describe la terrible miseria que sufrieron los rumanos, condenados a comer macarrones con mermelada día tras día, el hambre, las largas colas para comprar algo de pan o arroz, que siempre se acababa antes de que te tocase, el recuerdo de las naranjas, que no se veían desde hacía cuatro cinco años. Intercalan historias de Ionel, un miembro de la Securitate y de Herman, un fascinante vecino que recordaba el futuro y predecía el pasado. Aparecen los recuerdos del pequeño Cărtărescu, que aprendió a leer solo y bajaba a hacer recados con tres años. Cuenta anécdotas surrealistas y disparatadas del tirano Ceaușescu y su mujer, Leana. Recuerda la copiosa nevada que cayó en Bucarest en ese año de 1989. Resume la historia del cultivo de la seda en el lago Como, al norte de Italia; critica al periodismo internacional y a las potencias europeas, describe el sentimiento nacionalista y xenófobo de su país, nos habla de la Casa del Pueblo de Bucarest, que alberga toda la administración del estado y es el edifico más grandes del mundo después del Pentágono, recuerda el impresionante terremoto que sacudió la capital durante un minuto que se hizo eterno, con una magnitud de 7,4... Salta de un tema a otro con soltura onírica, pero mantiene un cierto hilo conductor: una descripción oscura, sarcástica, desquiciada y florida de la realidad rumana de aquellos años.

En fin, una novela sensacional y extraordinaria, que se sale de todos los cánones, hipnóticamente bella y subyugante, difícil de leer no nos vamos a engañar, pero absolutamente genial. Un digno cierre a la inconmensurable trilogía «Cegador». Me ha encantado. Este rumano inclasificable está más allá de la mayoría de los autores que conocemos.

La meritoria traducción de este libro monstruoso e inabarcable parece impecable, cosa que hay que agradecer a la bilbaína Marian Ochoa de Eribe, que ha vertido al castellano casi toda la obra de Cărtărescu, por lo que obtuvo el Premio Estado Crítico de traducción 2012.

Mircea Cărtărescu (Bucarest, 1961) es un poeta, novelista y crítico rumano, considerado como el poeta más importante de la generación de los años 80. Es un lector empedernido y voraz capaz de leer ocho horas diarias, que conoce a fondo buena parte de la literatura mundial. Confiesa la huella que han dejado en él algunos autores latinoamericanos, especialmente Sábato, Borges, Cortázar y García Márquez, al que considera insuperable.

Sus libros, prohibidos en su país durante la dictadura de Ceaușescu han sido traducidos al inglés, al italiano, al francés, al español, al polaco, al sueco, al búlgaro y al húngaro. Es el escritor rumano actual más valorado por la crítica y ha sido candidato al Premio Nobel varias veces y como publique otra obra maestra a la altura de «Solenoide» o de esta trilogía, titulada «Cegador», no van a tener más remedio que concedérselo.

Estudió en la Universidad de Bucarest literatura rumana y se doctoró con una tesis sobre el posmodernismo rumano. Está casado con la poetisa Ioana Nicolaie y es profesor de literatura rumana en la Universidad de Bucarest. Ha sido profesor invitado en las universidades de Amsterdam y Stuttgart. En este enlace podéis encontrar una entrevista reveladora.

Mircea Cărtărescu

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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