Kate Warne (Erin, Nueva York, 1833-1868) fue la primera mujer detective de la que se tiene noticia y además le salvó vida al presidente Lincoln, al desbaratar un complot que planeaba un atentado contra él.
En 1856, viuda y con solo 23 años, se presentó, en respuesta a un anuncio, en las oficinas de la famosa Agencia de Detectives Pinkerton, para tratar de convencer a Allan Pinkerton de que la contratase. Sus argumentos eran que nadie podría sospechar que una mujer fuera un detective encubierto, que podía hacerse amiga fácilmente de las mujeres de los sospechosos y ganarse su confianza, que las féminas se fijaban en los detalles, eran observadoras y recordaban las fechas.
Supo ser convincente, porque quedó contratada inmediatamente. Al poco tiempo se había convertido en uno de los mejores agentes de la compañía, participó en la persecución de bandidos como Jesse James y Butch Cassidy, resolvió un caso de un robo de 100 000 dólares a un banco y el envenenamiento del capitán Summers. Era muy habilidosa disfrazándose y se le daba bien imitar cualquier acento. Finalmente, llegó a dirigir a unidad de mujeres detective. Pinkerton confiaba en ella plenamente.
En 1861, llegó a oídos de Warne un soplo sobre un complot secesionista que planeaba asesinar a Lincoln antes de que tomase posesión como presidente. Warne se infiltró en la organización y, como otras veces, haciéndose pasar por una dama sureña, se ganó la amistad de varias esposas y hermanas de los conjurados. Averiguó que pensaban matar al presidente electo en Baltimore. Nuestra heroína hizo llegar a Lincoln de incógnito en un tren nocturno, lo hizo pasar por un hermano suyo inválido y ella se convirtió en su cuidadora. Gracias a su don de gentes, consiguió un coche cama para el futuro presidente, su guardaespaldas, Pinkerton y ella misma. Sin su ayuda, probablemente Lincoln nunca hubiese llegado vivo a tomar posesión como presidente de la nación.
La Agencia Pinkerton se hizo famosa por haber evitado el atentado, pero pocas veces se menciona el papel desempeñado por Kate Warne. Murió joven, a los 35 años, tras vivir mil aventuras, de una prosaica neumonía. Para más información, véase este enlace.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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