sábado, 22 de octubre de 2022

Fort Navajo - Jean Michel Charlier y Jean Giraud

 

Título: Fort Navajo                                                                                                         Autores: Jean Michel Charlier y Jean Giraud

Páginas: 48 pág.

Editorial: Grijalbo/Dargaud

Precio: 21,90 euros

Año de edición: 1996 (2ª ed.)

En los años 60, el gran guionista de cómics Jean Michel Charlier viajó a los Estados Unidos y una visita al salvaje oeste le inspiró para empezar a publicar por entregas en 1963 esta historieta titulada «Fort Navajo». Para ello eligió a Jean Giraud como dibujante, que hasta entonces había sido ilustrador publicitario y luego se convertiría en el gran Moebius. Tuvo un éxito espectacular y supuso el lanzamiento de su protagonista, el teniente Blueberry, que se convirtió en un clásico de la novela gráfica de acción.

Yo lo conocí siendo niño, a los nueve años, cuando el tebeo Pulgarcito publicaba cada semana cuatro páginas, en dos bloques separados por otras historietas. Era una del oeste y me encantaba, aunque no entendía algunos matices de la historia. No sabía, por ejemplo, que el grito de guerra de los apaches, «Hoka hey», significa «Este es un buen día para morir». Esperaba con ilusión la llegada del domingo para seguir leyendo la continuación de las aventuras del teniente y fui viendo cómo evolucionaban los dibujos, cada vez más trabajados y con riqueza de detalles, y el personaje, cada vez más de vuelta de todo, convertido en un antihéroe cargado de experiencia y cansado de mil batallas.

Los guiones eran buenísimos, llenos de peripecias y aventuras, de giros inesperados y situaciones que se salían de los tópicos del género. Ya en esta primera aventura, el malvado antagonista es un mando del ejército estadounidense que odia a los indios y los apaches son solo rivales de los soldados, pero buenos. El teniente, por su lado, no es el héroe típico, un pistolero errante que salva damas en peligro, defiende a los colonos de los hacendados sin escrúpulos y captura malhechores, sino un chico muy hábil con el revólver y las cartas, que no bebe whisky, humilde, astuto, nada prepotente, sensato, que trata de evitar problemas y en cada ocasión procura hacer lo correcto.

El personaje se llama en realidad Mike Donovan, es hijo de un hacendado sudista, tuvo que huir al ser acusado injustamente de haber matado al padre de su prometida, participó con los confederados en la Guerra de Secesión y fue ascendido por su valor a teniente de caballería. Vive mil aventuras, convive una temporada con los apaches, que le llaman nariz rota, se enfrenta a Gerónimo, conoce a Wyatt Earp, visita la legendaria Mina del Alemán Perdido, se enamora perdidamente de una cabaretera llamada Chihuahua Pearl...

La serie «Las aventuras del teniente Blueberry» está compuesta de 23 álbumes y dio lugar a otras tres: «La juventud de Blueberry» (9 álbumes), historias cortas de los mismos autores; «Marshal Blueberry» (3 álbumes), una continuación realizada en solitario por Jean Giraud una vez fallecido Charlier, y «Míster Blueberry» (6 álbumes), también de Giraud. Con el tiempo se ha convertido en todo un clásico y para mí tiene un encanto especial porque lo conocí siendo un crío hay viñetas que vistas hoy, me resultan muy familiares y he crecido a la vez que el personaje. En cualquier caso, creo que es muy recomendable para los aficionados a las historietas de aventuras. Bueno, ahora los chavales tienen los manga y ya se sabe que donde hoy hay un tebeo, mañana puede haber un libro.


Jean Michel Charlier (Lieja, 1924-1988) fue un prolífico y famoso guionista de cómics belga. Hijo de un banquero, descubrió los cómics de Tintín con cinco años y desde niño dibujaba historietas en cualquier papel que encontraba. Estudió con los jesuitas; a los 16 años se aficionó a los temas de la orquesta de Ray Ventura, toda su vida tuvo verdadera pasión por la música y tuvo su propio grupo que tocaba en fiestas y bodas. Se unió a la resistencia contra los nazis y estuvo a punto de ser descubierto.

A los 21 años empezó a trabajar para Word Press, una agencia que producía cómics para varias revistas, como dibujante y creativo, y empezó una brillante carrera como guionista con varios dibujantes. Creó a Tiger Joe, Tanguy, Barbarroja, el teniente Blueberry y muchos otros personajes de éxito. Obtuvo la licencia de piloto y durante un tiempo voló con la compañía belga Sabena, pero volvió a los tebeos que era lo suyo. Fue cofundador y redactor jefe de la influyente revista Pilote y en los años 70 estuvo trabajando para la televisión. Está considerado como el mejor guionista de aventuras de la escuela de cómics franco-belga.

Jean Giraud (Nogent-sur-Marne, 1938-2012), ilustrador e historietista francés, utilizó los seudónimos de Gir y Moebius. Se aficionó a los cómics desde niño, adquirió pronto el vicio de dibujar a todas horas y durante muchos años sólo leyó ciencia ficción. Cuando él tenía 16 años, su madre se casó con un mexicano y el joven Moebius conoció en México el jazz, la pintura, el sexo y la marihuana.

Llegó a ser uno de los más grandes de la historieta y desplegó un talento tan abrumador que modificó completamente su evolución. Dominaba el uso del color, el dibujo de línea sencilla y clara, y la técnica de enriquecer la textura con trazos hasta dotar al dibujo de la apariencia de un grabado. Colaboró en películas como Alien, Tron, Dune, La guerra de las galaxias y El quinto elemento, ha recibido una larga lista de premios y en Francia ha estado considerado como un intelectual por sus ideas imaginativas y llenas de creatividad. Para más información, aquí tenéis los enlaces de su blog y de su sitio oficial.

Jean Michel Charlier y Jean Giraud

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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