domingo, 25 de junio de 2023

Los adioses - Joseph Haydn

Joseph Haydn (1732-1809)

Franz Joseph Haydn fue un compositor austríaco muy prolífico, escribió multitud de obras, eso sí, en un tipo de papel especial con cinco líneas negras y que no todo el mundo es capaz de leer, pero sí de disfrutar. A este compositor austriaco se le considera el padre de la sinfonía y del cuarteto de cuerda. Fue gran amigo de Mozart y profesor de Beethoven. Máximo representante del periodo clásico es autor de gran número de sinfonías, cuartetos de cuerda, obra sacra, óperas bufas, sonatas, conciertos y obras de cámara, en total más de 600 obras.

Estaba dotado de un fino sentido del humor que trasladó a sus obras, así encontramos la sinfonía 101, llamada «El reloj» porque sus compases recuerdan el tic-tac de un reloj; en la sinfonía 83 «La gallina», hay acordes que recuerdan el cacareo de una gallina caminando; en la sinfonía 94 «La sorpresa», tras un comienzo piano, introduce súbitamente un acorde con percusión fortíssimo, y en la sinfonía 60 «El distraído», un músico se acuerda de que no ha afinado su violín previamente y lo hace a mitad de la obra.

Su carrera se desarrolló en su mayor parte al servicio de la familia Eszterházy, nobles austriacos acaudalados y con grandes posesiones. En el verano de 1772 la familia del príncipe con su servidumbre y sus músicos se trasladaron a la residencia de verano en el palacio de Eszterháza. La estancia se prolongó más de lo previsto y los músicos con sus familiares estaban desplazados de sus hogares, incómodos y con una remuneración escasa, sin ver el fin del periodo de verano.

Explicaron su malestar a Haydn y éste ideó una forma sutil de queja ante su protector y de trasmitirle el deseo de volver a casa. Compuso esta sinfonía con la estructura clásica de cuatro movimientos (allegro, adagio, menuetto y allegro): En el último movimiento los músicos, tras tener algunos de ellos un pequeño solo, van sucesivamente dejando de tocar y tras apagar la vela de su atril abandonan la orquesta ordenadamente, primero lo hacen los instrumentos de viento (oboe, trompa, fagot) continúan las cuerdas bajas (contrabajo, chelo) para finalizar saliendo las violas y los violines orquestales; sólo acaban la obra dos violines: el concertino y el propio Haydn tocando dicho instrumento.

El príncipe tras esta representación comprendió la indirecta de su músico de capilla y accedió a finalizar las vacaciones y partir en los siguientes días a su palacio en la ciudad de Einsenstadt.

En este vídeo se puede ver una magnífica interpretación y escenificación del último movimiento de esta sinfonía 45 a cargo de la orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Daniel Barenboim


Publicado por John Smith.

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