Título: La casa de los pintores Autor: Rodrigo Muñoz Avia
Páginas: 272 pág.
Editorial: Alfaguara
Precio: 19,90 euros
Año de edición: 2019
Este libro parece contradecir en cierto modo la conocida frase inicial de Anna Karénina, «Todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera», porque nos presenta la historia de una familia razonablemente feliz, pero interesante, única y peculiar, ya que es una familia de pintores: la formada por Lucio Muñoz y Amalia Avia, dos artistas de éxito, él, abstracto y ella, figurativa.
La obra está contada, de manera amena y cercana, en primera persona, por el hijo menor de un total de cuatro hermanos varones. Cubre la infancia, la adolescencia y algo de la juventud del narrador, hasta el fallecimiento de sus padres y, en mi opinión, resulta apasionante porque, en primer lugar, responde a la pregunta de ¿Cómo es eso de crecer en una familia de pintores de primera fila? ¿Cómo se vive ser «hijo de»? El autor nos dice que «Hay padres que son más que padres» y que los suyos eran grandes, importantes.
Además, acerca y nos permite conocer en detalle la personalidad de los dos pintores, sus métodos de trabajo, sus puntos de vista artísticos y cómo vivían su pintura. Se describe paso a paso el proceso creativo de los dos artistas, sus preocupaciones estéticas, el trabajo de preparar una exposición y muchos detalles más. Por último, este libro nos ofrece, como telón de fondo, un bosquejo de los años recientes de la historia de nuestro país, las décadas de los 70, los 80, los 90 y un poco de principio del siglo XXI, una época que conocemos bien y nos resulta cercana. Y como propina, el texto está cuajado de referencias literarias, artísticas y musicales, que van dibujando lo que les gustaba a los padres del narrador.
Por todo ello, esta obra resulta interesantísima. La redacción es muy fluida, amena y casi periodística, sin muchas florituras y ajustada como un guante al objetivo que persigue: contarnos la vida en común de una familia, cómo eran sus padres, cómo se conocieron, qué cosa pasaban en casa, los años de éxito, el paso del tiempo y también la última etapa de sus vidas, cuando se revela «ese papel que a veces nos da la vida a los hijos: ser padres de nuestros padres». Hay multitud de anécdotas y pequeñas historias que permiten al lector sumergirse en aquella casa de los Muñoz Avia, casi como un pariente más y ser testigo de lo cotidiano, lo habitual, lo que veían en la tele, los autores que se leían en casa, la música que se escuchaba...
Dos reflexiones se me ocurren después de leer este estupendo libro. Una, que es curioso cómo la pareja protagonista asumía los papeles socioantropológicos típicos de la época: el padre era el que tenía una presencia que imponía, el líder, el personaje fuerte; y la madre, la emotiva, una mujer de sentimientos desbordados, que achuchaba a los hijos y les cantaba cuánto los quería efusivamente. Un reparto de roles que he visto, con pequeñas variaciones, muchas veces en la generación de nuestros progenitores. Y dos, que los padres se describen un poco epidérmicamente, como si no se tuviese acceso directo a su vida interior y pensamientos. Una descripción ligeramente indirecta que creo que deriva del hecho de que los padres conocen mejor a sus hijos que al revés. O dicho de otra manera, eso de que los padres son, en cierta manera, esos desconocidos tan cercanos.
En fin, un libro redondo, muy bien escrito, que resulta ameno, claro, sencillo en la forma y que se lee
con facilidad. La historia de los padres del autor está muy
bien narrada, con orden, estructura y sentido, y eso que aparentemente todo es
bastante simple. El conjunto es muy evocador y, por mis circunstancias, he disfrutado especialmente la descripción del ambiente del Madrid de la época. Para mí, ha sido un auténtico descubrimiento, que me recomendó un buen amigo. Un título estupendo que creo que ha pasado casi desapercibido. Una obra altamente recomendable, de las imprescindibles.
La edición está ilustrada con un buen número de fotos familiares en blanco y negro, y con abundantes reproducciones a todo color de las obras de ambos pintores.
Rodrigo Muñoz Avia (Madrid, 1967) es un escritor español. Hijo de Lucio Muñoz y Amalia Avia, ambos pintores exitosos y conocidos, empezó a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid Ciencias Físicas, pero abandonó esa carrera y se licenció en Filosofía y Letras. Después, estudió tres años en la Escuela de las Letras.
Empezó a escribir sobre la obra de sus padres y en 1996 publicó su debut literario, la novela juvenil «Lo que no sabemos», con la que recibe el Premio Jaén de Literatura Infantil y Juvenil. Ha escrito crítica de arte, literatura juvenil, teatro para niños, guiones de cine y novelas, alguna tan popular y bien acogida como «Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos». Ha ganado varios premios y sus libros se han traducido a numerosos idiomas.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Excelente reseña de un libro muy atractivo que promete un rato singular de enriquecedora lectura
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