Título: Un perro de carácter Autor: Sándor Marái
Páginas: 192
Editorial: Salamandra
Precio: 20 euros
Año de edición: 2024
Sándor Márai es un autor que nunca defrauda, es un valor seguro. Todo lo que escribe tiene calidad y resulta interesante. Como esta novela, publicada originalmente en 1932, que creo que es totalmente autobiográfica y en la que se decide a escribir sobre su mascota. El libro parece una cosa, una obra intensamente emocional, dedicada a su perro y a la estupenda relación que tiene con él, y acaba siendo otra muy distinta. Ya nos lo advierte el autor, que nada más empezar nos pone sobre aviso: «Atención, estimado lector. Está a punto de leer una historia de perros». Y nos confiesa que, lleno de recelos y retortijones, se decide a escribir una novela de perros, para añadir a continuación que escribiendo sobre un perrito, ha acabado por descubrir algo acerca de las personas.
La acción se sitúa en 1928, en Budapest, en casa del escritor, que vive con su mujer y con una fiel criada, Térez, mujer casi para todo. Allí llega un cachorro de puli, un perro pastor húngaro que seguro que habéis visto alguna vez. Es mediano, suele ser negro, blanco o gris, y tiene todo el cuerpo cubierto de pequeñas rastas o cordoncillos de pelo, que le hacen tener un aspecto gracioso.
Ejemplar de puli
El animalillo es una monada, Márai dice que «De pequeño, hasta el diablo es un encanto», pero pronto mostrará que es un pero de carácter tal y como indica el título de la novela. No voy a desvelar nada más de la trama para no destripar la novela. Baste decir que el autor despliega toda la elegancia y finura de su estilo, su ironía demoledora, su manera precisa de contar las cosas para narrar en detalle la vida y milagros de Chútora, que así se llama el perrete. Se trata de un escritor que parece decimonónico, algo chapado a la antigua, como de otra época, pero ¡qué bien escribe este hombre! Tiene todo el encanto y el equilibrio de los mejores clásicos
La historia tiene su ternura, sus detalles encantadores y muestra cómo, aunque Márai sea algo distante y reticente a las efusiones, un hombre algo desencantado, en seguida le coge cariño a su mascota y todo el mundo en la casa anda pendiente del perrillo. Nos cuenta el día a día de Chútora, cómo crece, lo difícil que debe ser para él adaptarse al mundo de los humanos, los problemas que tiene para escribir, él, un escritor lleno de manías y rutinas perturbadas por un manojito de vitalidad, su relación con los vecinos, a los que el autor describe de paso magistralmente, las aventuras de Chútora en la peluquería e incluso, un intento de psicoanalizar al perro no exento de la más deliciosa de las ironías. Así va transcurriendo la historia hasta el inesperado final. La verdad es que quien se espere una historia complaciente y dedicada a glosar las maravillas emocionales de tener un perro verá defraudadas sus expectativas. La cosa no acaba muy bien que digamos y lo más curioso son las conclusiones que extrae el autor de su experiencia en el epílogo y moraleja. Como se decía al principio, analizando la historia del perro se acaba aprendiendo algo del ser humano y en concreto de Sándor Márai. El lector avispado sacará sus propias conclusiones. En fin, una novela espléndida, que parece una obra menor y acaba siendo una historia de muchos quilates, un gran libro del autor que supo contar muy bien, con sensibilidad, lo que le pasaba a la burguesía centroeuropea cuando el mundo que conocían se desmoronaba irremediablemente. Una lectura muy recomendable, en la que además de disfrutar, se aprenden cosas.
La traducción del húngaro ha sido hecha por la húngara Mária Szijj, doctorada por la Universidad Eötvös Lórand de Budapest y el madrileño José Miguel González Trevejo, licenciado en Filología Eslava en la Universidad Complutense de Madrid.
Sándor Márai nació en 1900 en Kassa, una pequeña
localidad húngara, hoy perteneciente a Eslovaquia con el nombre de Kosice, en una familia
acomodada. Tuvo una adolescencia y juventud complicadas
y rebeldes, se escapó de la casa paterna varias veces. Estudió periodismo sin
finalizarlo y viajó por toda Europa.
Comenzó a escribir desde joven en húngaro,
aunque dominaba desde niño el alemán, lengua de mayor difusión, por considerar
su lengua materna más rica en matices para expresar sentimientos, y pronto
alcanzó reconocimiento. Se posicionó claramente contra los movimientos totalitarios, en particular contra el auge del nazismo. Advirtió del peligro
expansionista del régimen de Stalin y lo que supondría para su país.
Su fama le
evitó represalias en el periodo de entreguerras. Pero la ocupación soviética de
Hungría y la instauración del régimen comunista hicieron cambiar su suerte: su obra fue
prohibida por burguesa y antirrevolucionaria, y su fama fue decayendo
hasta ser relegado al olvido. Forzado al exilio en Estados Unidos, no fue
redescubierto en su país y posteriormente en Europa hasta la caída del
comunismo. En 1989 se quitó la vida de un disparo cuando presintió que sería dependiente
del cuidado de terceras personas el resto de su vida.
Escribió poesía, teatro,
ensayo y artículos, pero es más conocido por
sus magníficas novelas. En España se le ha reconocido como gran escritor desde finales
de los noventa, cuando se han reeditado sus libros.
Sándor Marái
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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