martes, 19 de marzo de 2024

El origen - Thomas Bernhard

 

Título: El origen                                                                                                                     Autor: Thomas Bernhard

Páginas: 134 pág.

Editorial: Anagrama

Precio: 9,80 euros 

Año de edición: 1984

Publicado originalmente en 1975 y traducida al castellano en 1983, este relato autobiográfico es el primero de los cinco volúmenes («El origen», «El sótano», «El aliento», «El frío» y «Un niño») en los que el autor cuenta su vida dando una visión claramente negativa de todo lo que le rodea y haciendo gala de una expresividad que llama la atención, con una intensidad estremecedora y una clara tendencia a la obsesión.

Se trata de una obra esencial para comprender a este escritor, maldito y difícil como pocos, pero extraordinariamente  bien valorado y muy influyente en toda una generación de escritores europeos y, sobre todo, latinoamericanos. No hay que olvidar que este libro tiene una fuerte carga novelesca, es decir los hecho que cuenta y su interpretación están fuertemente condicionados por la forma de ser del Bernhard adulto y, más que una autobiografía fiel y objetiva es el inicio de una, digamos, autoexplicación muy subjetiva.

La obra se divide en dos partes. La primera está dedicada a describir sus impresiones sobre Salzburgo y el internado situado en esa ciudad en el que estuvo varios años. Allí conoció la música, que le parece algo maravilloso, y también los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. La impresión general que transmite al lector es tan pesimista, tan negativa y demencial, que resulta casi cómica y en lugar de ser deprimente, resulta positiva por el tono implícito de supervivencia y resiliencia que respira. Algunas citas pueden dar una idea de lo negativo que puede llegar a ser: «La población se divide en los que hacen negocios y sus víctimas. Todos sufren el horroroso clima», «Salzburgo, perversa máquina de belleza que ostenta la triste marca de tener la tasa de suicidios más alta de todo Suiza», «El internado es para el recién llegado un calabozo astutamente concebido, en el que solo están permitidas la obediencia absoluta y la sumisión», «... es costumbre falsificar la historia y transmitirla como historia falsificada», «Los instantes de alegría y felicidad que he vivido en esa ciudad pueden contarse con los dedos de una mano y los he pagado muy caros», «El deporte divierte, ofusca y atonta a las masas [...] Todos los gobiernos están siempre a favor del deporte y en contra de la cultura».

La segunda parte está dedicada a su paso por un colegio católico y está salpicada por reflexiones y consideraciones sobre la educación, tan abrumadoramente demoledoras como éstas: «Durante los tres primeros años, que son decisivos, todo niño es destruido y aniquilado por su padres, embrutecidos y no ilustrados», «... el instituto no era más que una catastrófica máquina de aniquilación del espíritu», «Aquellos profesores no eran más que enfermos y la culminación de su enfermedad eran las clases». El autor cuenta aquí, además, ciertas claves de su infancia, como que su padre abandonó a su madre tan pronto que él ni siquiera le conoció, y que su pobre madre falleció cuando él tenía catorce años. El libro acaba cuando, a los quince años, el protagonista deja los estudios para trabajar como aprendiz en una tienda de comestibles.

Curiosamente, un ejercicio tan conseguido de pesimismo no me resulta deprimente, seguramente porque es tan exagerado que parece bastante irreal. La hipérbole extrema siempre tiene algo de risible. Igual que los discursos de Cioran, me parece cómico y bastante motivador por contraste con la realidad, mucho más amable que como se pinta en este texto. A la vez, desinflamada toda la exageración, se pueden ver en el fondo puntos de vista interesantes e inteligente, que no se suelen tener en cuenta suficientemente.

En fin, un texto clave para comprender a uno de los autores en alemán más influyentes, que dio lugar en 1981 a un clarividente estudio psicológico del francés Louis Huguet y que constituye, seguramente, la mejor manera de iniciarse en la obra de este autor irrepetible. Hay muchos lectores que encuentran adictiva la lectura de Bernhard, pues bien, parece ser que éste es el primer libro a leer para engancharse como es debido.

La traducción del alemán es obra del español nacido en Larache (Marruecos) en 1932 Miguel Sáenz, miembro de la RAE desde 2012.

Thomas Bernhard (Heerlen, 1931-1989) fue un novelista, poeta y dramaturgo austríaco. Nació en Países Bajos como hijo natural de un carpintero. Tuvo una infancia llena de carencias económicas, afectivas y problemas de salud. Fué un enfermo crónico toda su vida. Creció la mayor parte del tiempo con sus abuelos, en Viena y Salzburgo. Aprendió música y estuvo en un internado hasta que dejó los estudios para trabajar como aprendiz de un comerciante.

Se preparó como músico y actor en el Mozarteum de Salzburgo (1955-1957). Después de eso comenzó su carrera como escritor. En 1970 recibió el Premio Georg Büchner de la Academia Alemana de Lengua y Literatura; en 1988 recibió también el Médicis. Al año siguiente, en 1989, falleció de un paro cardíaco. Publicó 13 novelas, 8 volúmenes de relatos, 4 volúmenes de poesía, 5 de autobiografía y estrenó 18 obras de teatro. Profundamente pesimista, trató en profundidad temas como la muerte, la injusticia social y la miseria humana. Está considerado como uno de los grandes autores en alemán después de la Segunda Guerra Mundial.

Thomas Bernhard

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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