La familia de Pascual Duarte - Camilo José Cela

Título: La familia de Pascual Duarte 

Autor: Camilo José Cela 

Páginas: 256 

Editorial: Destino 

Precio: 7,95 euros 

Año: 2006

Esta novela, publicada en 1942 en la editorial de otro escritor español de la generación de los 50, Ignacio Aldecoa, apareció como un aerolito en el panorama literario español, pobre como un páramo, en plena posguerra y cuando los buenos escritores que no estaban en el exilio se contaban con los dedos de una mano (y sobraban muchos dedos).

Era la primera novela de Cela, que a la sazón tenía sólo 26 años, y en mi opinión, lo mejor que ha escrito. Cuenta una historia de la España negra, terrible y sangrienta como un aguafuerte de Goya, un cuadro de Solana o una página de sucesos de aquellos años. Con una cierta visión existencialista, que recuerda a «El extranjero» de Camus, una buena dosis de realismo social y el aire trágico de lo inevitable, conforma un estilo que se ha llamado tremendismo y que tiene algo profundamente ibérico y carpetovetónico.

La primera frase («Yo no soy malo, aunque no me faltarían razones para serlo») no presagia nada bueno y sirve como punto de partida de un mecanismo que avanza inexorable como una maquinaria de reloj hacia una tragedia que el lector intuye como inevitable.

Una novela fenomenal, redonda y potente, narrada con objetividad y un lenguaje muy depurado, sencillo y natural, en el que parece que cada palabra ocupa su sitio y no se puede quitar ni una coma sin romper el equilibrio del texto. Un clásico que os recomiendo a todos que leáis, si es que no lo habéis leído ya, y si ya lo conocéis, no viene nada mal releerlo de vez en cuando, para ver lo que es bueno.

En 1975, Ricardo Franco dirigió una versión cinematográfica de esta novela, una buena película titulada Pascual Duarte, protagonizada por José Luis Gómez, que ganó el Premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes de 1976.

 

Edición original de 1942

Camilo José Cela (Iria Flavia, 1916-2002), escritor gallego muy prolífico que tocó casi todos los géneros, fué académico de la lengua durante 45 años y obtuvo galardones tan importantes como el Premio Nobel de Literatura en 1989, el Premio Cervantes en 1955 y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987, entre otros.

El haber sido censor franquista y algunas salidas de pata de banco, en las que parece que salía a relucir cierta arrogancia suya, han hecho de él un personaje controvertido, polémico y ante el que hay cierta división de opiniones. Para remate, el dedicarse a experimentar con el lenguaje y producir algunos libros francamente extraños y poco legibles tampoco es que haya contribuido mucho a mejorar su imagen.

Sin embargo, creo que es indiscutible su enorme categoría y es un digno merecedor de todos los premios que ha obtenido. Supo describir con maestría la esencia carpetovetónica, pueblerina y atrasada de la España de la posguerra, con compasión y empatía ante los más débiles. Dejando a un lado sus opiniones políticas, hay que reconocer que fué uno de los grandes escritores de la segunda mitad del siglo XX.

Camilo José Cela en su mesa de trabajo

Publicado por Antonio F. Rodríguez.