El Ferrari Dino enterrado (foto Michael Haering)
Hoy traemos aquí una curiosísima historia, una cadena de hechos increíbles que nos recuerda una vez más que la realidad supera a la ficción con más frecuencia de lo que parece.
Se trata de un buen reportaje periodístico que trata de responder a la pregunta de ¿cómo puede un Ferrari acabar enterrado en el jardín de una casa familiar? Porque en los años 70 aparecieron dos deportivos, además del mismo modelo, en sendos jardínes particulares de la ciudad de Los Ángeles.
Otra imagen del Ferrari Dino enterrado (foto Michael Haering)
Todo empezó en febrero de 1978, cuando apareció un Ferrari Dino 246 GTS de color verde en el jardín delantero de una vivienda familiar en la ciudad de Los Ángeles. El artículo original sobre el asunto fué publicado en Jalopnik por el periodista Mike Spinelli en enero del 2012 y en él se explica toda la historia de ese deportivo plantado en el jardín y de otro Ferrari del mismo modelo que también apareció enterrado un año después. En este segundo caso, el coche fué rehabilitado y circuló con una placa personalizada que decía «Desenterrado».
Así es el Ferrari Dino 246 GTS, sin tierra y limpito.
El artículo de Spinelli fué un éxito considerable, tuvo más de 300.000 visitas y el vídeo que cuenta la historia se ha visto ya más de 700.000 veces. Aquí teneís el artículo original (The True Story of How a Ferrari Ended Up Buried in Someone's Yard), que os recomiendo que leáis, en este enlace una traducción publicada en ABC (La increíble historia del Ferrari que acabó enterrado en un jardín), muy criticada por fusilar el original sin aparecer como una mera traducción, y a continuación el famoso vídeo:
No deja de ser curioso que sea precisamente el modelo de deportivo que lleva como nombre un apócope de Dinosaurio (Dino) sea el que se descubre en lo que parece yacimientos arqueológicos, como si de un Diplodocus moderno y metalizado se tratase. El nombrar a una serie de deportivos de bajo coste con el apodo del hijo de Enzo Ferrari (Fernando, Fernandino, Dino) resultó premonitorio. Una historia estupenda que me ha encantado y que os recomiendo; creo que bien se merece que le dediquemos diez minutos de lectura.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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