domingo, 10 de marzo de 2019

El físico depurado por las dos Españas

Foto de la Conferencia Solvay de 1930. Blas Cabrera 
es el tercero por la derecha de la fila de personas sentadas

Uno de los momentos clave en la biografía del físico español Blas Cabrera (Lanzarote, 1878-1945) fué su elección en 1928 como miembro del Comité Científico de la Conferencia Solvay, la reunión trianual que reunía a los científicos más brillantes del momento. Su candidatura fué propuesta por su amigo Albert Einstein y por Marie Curie. En 1930 se celebró esa conferencia, cuyo tema principal fue la especialidad del físico español: el magnetismo. En la foto del encuentro podemos verle sentado entre Owens William Richardson y Niels Bohr.

La vida de Blas Cabrera es extraordinaria por varios motivos. Empezó a estudiar Derecho, como era tradicional en su familia, pero conoció a Santiago Ramón y Cajal, que le convenció de que estudiará ciencias. Dejó las leyes por la Física, se doctoró en Madrid con una tesis titulada «Sobre la evolución diurna de la componente horizontal del viento» y tres años más tarde, en 1904, obtuvo la cátedra de Electricidad y Magnetismo en la Universidad Central de Madrid.

Fué un físico sobre todo experimental, especializado en las propiedades magnéticas de la materia. Entre 1910 y 1934 publicó 110 artículos de investigación de primera línea, reconocidos en toda Europa. Invitó a Albert Einstein a nuestro país en 1928, fué nombrado miembro de la Academia Francesa de Ciencias, rector de la Universidad Central de Madrid y de la Menéndez Pelayo de Santander, y secretario del  Comité Internacional de Pesos y Medidas de París. Candidato en dos ocasiones al Premio Nobel, consiguió una donación de la Fundación Rockefeller para fundar el Instituto Nacional de Física y Química, que luego se convertiría en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

 
Albert Einstein y Blas Cabrera

Fué un brillante físico, considerado y respetado internacionalmente, en un país sin apenas tradición científica. A pesar de no ser muy conocido, es el padre de la física moderna española y un hombre que creó escuela. Su vida está llena de anécdotas y hechos curiosos. Uno de ellos es que tuvo problemas con los dos bandos de la Guerra civil española. 

Al iniciarse el conflicto, la República le pidió su apoyo, pero él se exilió y declaró que se consideraba un científico al margen de la política, «totalmente alejado de nuestras luchas civiles, primero porque es el principio director de mi vida, y segundo, porque temía crear dificultades a personas muy allegadas de mi familia que intervenían en las dos Españas». El gobierno no se lo perdonó, le retiró su sueldo de catedrático y se convirtió en persona non grata. 

Pero el bando nacional tampoco olvidó que había sido una figura pública durante la República y antes de terminar la guerra estaba en la lista de catedráticos a depurar por su desafección. Nunca volvió a España y falleció en México, donde había sido acogido como profesor de la Universidad Autónoma de México. 

Su hijo Nicolás Cabrera y su nieto Blas Cabrera, profesor en la Universidad de Stanford, siguieron sus pasos como físicos con éxito y reconocimiento internacional. Otra nieta, Mercedes Cabrera, fué Ministra de Educación y ciencia de 2006 a 2009 y también son conocidos sus hermanos, José Cabrera, constructor de la primera central nuclear española en Zorita y Juan Cabrera, rector de la Universidad de Zaragoza.

Una historia tan notable como olvidada.

Blas Cabrera y Felipe

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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