sábado, 1 de octubre de 2016

¿Se lee poco en España?


Los beneficios de la lectura son muy conocidos y todos los años aparecen nuevos estudios que descubren nuevas ventajas del muy noble vicio de leer: aumenta la empatía, desarrolla la corteza cerebral, aumenta el caudal de experiencias, incrementa la capacidad de concentración, fomenta la tolerancia, proporciona otros puntos de vista... y además, mientras leemos no cometemos ninguna maldad ni tropelía. Todos parecen estar de acuerdo en que leer es bueno.

Sin embargo, también parece una verdad incuestionable el que en España se lee poco, un jucio sumarísimo e inapelable que a veces me parece injusto y nos tilda indirectamente de incultos, iletrados, descuidados y casi analfabetos funcionales. Modestamente, creo que no es exactamente así.

En el metro, por ejemplo, al entrar en un vagón podemos ver, sobre todo en horas punta en las que la gente va o vuelve del trabajo, que un número llamativo de personas va leyendo un libro. En las salas de espera de médicos y ambulatorios he tenido la misma experiencia. Se ve gente leyendo en los parques, en las cafeterías, en el autobús, casi en cualquier sitio y lugar. Por otro lado, cada edición de la Feria de Libro de Madrid y las Ferias del libro antiguo y de ocasión del Paseo de Recoletos están cada año llenas de gente.

Cada vez conozco más devoradores de libros, más mujeres que hombres, que siempre están leyendo algo y si uno visita un Ministerio, no es raro ver que los ordenanzas dedican los tiempos muertos a leer.

Siempre se ha dicho que se lee poco, pero es que históricamente los lectores siempre han sido una élite y una minoría, y si echamos la vista atrás no es descabellado decir que ahora se lee más que nunca. Algunas estadísticas lo confirman. Según el Instituto Nacional de Estadística («Sobre libros y lecturas») en los años 2010-2011 un 58,7 % de la población había leido al menos un libro por motivos no profesionales en el último año, según Eurostat el 21,4 % de la población mayor de 10 años leía todos los días, dedicándo a la lectura una media de una hora y 12 minutos, lo que nos sitúa en el octavo puesto de los países europeos en cuanto a hábitos de lectura, con una media para toda la población de 15 minutos al día por habitante.

Por otro lado, según una encuesta del Ministerio de Educacion, Cultura y Deporte que cubre los años 2014-2015, entre los estudiantes niversitarios, un 91,7% dice haber leído almenos un libro por placer en el último año y un 84,7% en el último trimestre. 

Así que parece que en España la gente lee bastante, si se tiene en cuenta de donde venimos, y además lee bastante bien, si se miran las listas de libros más leídos en cada momento. No sé si esas clasificaciones son muy fiables, pero la selección no está nada mal.

A pesar de todas las trabas, del desastre educativo, del IVA cultural, de los desaciertos de los sucesivos gobiernos, de la escasez de bibliotecas (véase cómo disminuyen) y de la crisis, parece que seguimos leyendo, aunque las estadísticas siempre nos sepan a poco y nos gustaría que se leyese más. 

No estaría nada mal que la administración apoyase decididamente la cultura escrita. Habrá que hacer todo lo posible para que las cifras aumenten, para que se extienda el virus y las nuevas generaciones se enganchen, porque la lectura, como la música, el practicar deporte o el cine, sirve esencialmente para pasárselo bien y de paso, aprender.

Salud y libros. 

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. Por cierto, llama la atención la escasez de datos estadísticos que hay en España sobre los hábitos de lectura, el uso de bibliotecas y otros temas parecidos.
    El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) nos informa cada mes sobre la intención de voto y otros asuntos de cariz político, mientras que hay estudios sobre la lectura de hace cinco años que no se han vuelto a repetir.

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