domingo, 5 de junio de 2016

¿Google nos está volviendo tontos?


Al hilo de varios artículos sobre el asunto, hoy voy a echar mi cuarto a espadas sobre un tema al que vale la pena dedicarle un rato de reflexión. Se trata de la influencia de la globalización, Internet, Google y los móviles sobre nuestra manera de leer y nuestras capacidades mentales en general.

Hace unos días el editor Roger Domingo publicaba en El Confidencial un interesante artículo titulado «La trampa de Lego:¿sobrevivirá el sector editorial  los nuevos tipos de lectores?» sobre el tema de cómo el medio modifica nuestros hábitos de lectura y ahora, leemos de una manera diferente.

El texto se abre con un resumen de otro famoso artículo publicado en 2008 por el ensayista estadounidense Nicholas Carr bajo el sugerente título «Is Google making us stupid?» (¿Google no está volviendo tontos?), en el que, entre otras cosas, contaba que estaba perdiendo capacidad de concentración y tras leer tres páginas enpezaba a pensar en hacer otras cosas, buscaba palabras clave en el texto para avanzar más deprisa y, por ejemplo, le costaba sumergirse en una novela de Herman Hesse.


Inconvenientes todos ellos derivados de leer demasiado en línea. Por otro lado, parece ser que el cerebro es plástico, los circuitos neuronales se refuerzan según lo que hacemos repetidamente y así aprendemos nuevos usos y costumbres, con lo que podemos estar adaptando nuestra circuitería a leer más rápido y textos más cortos.

El fenómeno tambien tiene que ver con la liberación de dopamina y la satisfacción inmediata. Se está volviendo más placentero en muchas situaciones en las que antes leíamos, como antes de dormirnos o los trayectos en transporte público, abrir el móvil o entrar en las redes sociales. (Véase «Cómo aprendemos a leer: historia y ciencia del cerebro y la lectura» de Maryanne Wolf).

Tambien es verdad que a veces resulta más facil y rápido preguntarle a Google directamente que reflexionar sobre cualquier tema. Por cierto, si le preguntáis a Google si nos está volviendo tontos, encontraréis información muy interesante.

También hay investigaciones que parecen demostrar que se memoriza peor lo que se lee en pantalla, ya que memoria y percepción espacial están indisolublemente unidos, y en digital perdemos las referencias espaciales que nos ofrece el libro en papel. Así que quizás sea buena no abandonar del todo el papel.

Así que si ya no puedes con Tólstoi, si al ver un periódico en papel lees solo los titulares y nunca un artículo completo, si hace más de un año que no lees un libro de ensayo en papel, si en vez de tratar de recordar algo lo buscas desde el móvil o si ya no echas ninguna cuenta de cabeza, ni siquiera aproximada, a lo mejor tienes un problema.

En suma y evitando las posturas extremas tanto de los apocalípticos como de los integrados, las psibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías son fantásticas, pero sigue siendo muy aconsejable leer en papel todo lo que se pueda, charlar y discutir con los amigos, ir a conferencias que valgan la pena, ver películas en pantalla grande y todas esas cosas que hacíamos antes... pero con el móvil apagado, por favor.


Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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