Título: Las tormentas del 48
Autor: Benito Pérez Galdós
Páginas: 224
Editorial: Alianza
Precio: 9,80 euros
Año de edición: 2007
Autor: Benito Pérez Galdós
Páginas: 224
Editorial: Alianza
Precio: 9,80 euros
Año de edición: 2007
Siempre vale la pena volver a Galdós y hace poco tuve la suerte de toparme con esta fenomenal novela de la serie de Episodios nacionales, escrita en1902 y que describe la España de 1848, en pleno reinado de Isabel II, la misma época que retrata Valle-Inclán en la recientemente reseñada «La corte de los milagros».
La comparación entre ambas obras es curiosa. Valle retuerce la realidad como si fuera un trapo para extraer algo de su esencia, aunque sea a través de un esperpento, en el que una marabunta de personajes históricos entra y sale de la novela.
En cambio, Galdós retrata con la naturalidad de un documental la realidad de fondo, el contexto, mientras nos cuenta la historia de un personaje muy concreto, José García Fajardo, que bien puede servir como símbolo de la España de la época: una persona con verdadero talento que desperdicia sus oportunidades, un chico prodigio que se descarría; alguien además que ama a quién no debe e ignora a quien bien le quiere. Altanero, orgulloso, generoso y noble, pero a la vez desordenado, jugador y derrochador, que desperdicia su talento y no llega a nada.
El texto es certero, algo escueto y a la vez rico en detalles. Como muestra veamos cómo se describe al padre del protagonista en unas cuantas líneas, sintetizando psicología, aspecto físico y costumbres:
«Gran administrador de lo suyo y de lo ajeno ha sido siempre, y en su honradez, que la opinión ha consagrado como artículo de fe, nunca puso el menor celaje la malicia. La vida metódica y sin afanes, la paz de la conciencia, el ejercicio saludable, le conservan entero y enjuto, sin achaques de los que a su edad pocos se libran, aunque es algo aprensivo, y tan friolero que anda de capa todo el año, de agosto a julio».
Galdós en estado puro. Mientras nos cuenta la vida del protagonista, que a veces recuerda un folletín romántico con amores clandestinos, duelos, amores imposibles y encontrados, matrimonios por interés y algún que otro enredo, se suceden los fogonozos históricos que dibujan qué estaba pasando entonces en Europa y en España.
Se menciona la proclamación de la República en Francia y cómo los vientos revolucionarios barren el continente y afectan a los personajes. Lamartine, el escritor, es a la sazón el presidente de la república gala. Se menciona la desamortización de Mendizábal, un proceso larguísimo, que duró. desde 1798 hasta 1924, tan desacertado que los terratenientes eran los únicos que tenían dinero para comprar tierras cuando se subastaban... ¿Cómo afecto la Revolución Francesa a la realidad española? En este libro se dan unas cuantas pistas.
Por otro lado, a los madrileños nos resultan familiares casi todos los escenarios y lugares que se mencionan: el Parque de la Fuente del Berro, Cibeles, la calle Barquillo, La Latina, la Posada del Peine (que todavía existe, aunque remodelada) en la Calle Postas, la calle de Toledo, Atocha, Sol...
Tampoco faltan los detalles que nos recuerdan algunos de los vicios actuales de la sociedad española: la corrupción, los favores del poder, una corrupción galopante...
Una novela llena de alicientes, de detalles que parecen guiños de complicidad que nos aluden directamente, con el estilo inconfundible de don Benito y un desenlace fenomenal, inesperado y muy interesante, que me ha encantado, con una situación sentimental de mucha enjundia. Una novela soberbia que hará las delicias de todos tipo de lectores, con la que por añadidura se aprende historia. Una obra fenomenal que explota un método muy galdosiano: contarnos hechos históricos a través de la vida cotidiana de algunos de sus protagonistas más anónimos.
En este enlace podéis encontrar el texto completo de esta estupenda novela.
Galdós, en 1910
Benito Pérez Galdós (Las Palmas, 1843-1920) es el gran autor del realismo español del siglo XIX, comparado a veces con Balzac, Dickens y otros autores de primera fila. ¿Qué podemos decir de él, que no se haya dicho ya?
Es un gigante que escribió más de 130 libros, que han envejecido tan bien que todavía se leen muy a gusto hoy en día. Levantó un auténtico retablo de su época a través de sus novelas y un compendio de Historia mediante sus famosos Episodios nacionales, una serie de 46 novelas históricas escritas a lo largo de cuarenta años que describen de manera fiel y detallada la Historia española desde 1805 hasta 1880, es decir casi todo el siglo XIX.
Era un observador nato, dotado de una memoria visual prodigiosa, capaz de ver una escena durante un momento y describirla años después con todo lujo de detalles. Además de estas habilidades casi circenses, es un autor ameno, ligero y divertido, que supo retratar muy bien el pueblo llano y la gente corriente que habitaba España en aquellos años.
Desde luego, es uno de mis escritores favoritos, nunca me ha decepcionado y ya le hemos dedicado unas cuantas entradas La antigua Biblos.
Galdós es un novelista que despierta pasiones. Por mencionar sólo un dato, existe una Asociación Internacional de Galdosistas, que publica anualmente unos Anales galdosianos y un Boletín en primavera y otoño de cada año, además de celebrar un magno Congreso galdosiano cada cuatro años
Benito Pérez Galdos retratado por Joaquín Sorolla en 1894
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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