miércoles, 6 de octubre de 2021

Azucre - Bibiana Candia

 

Título: Azucre                                                                                                                   Autora: Bibiana Candia

Páginas: 144

Editorial: Pepitas de calabaza

Precio: 16,05 euros

Año de edición: 2021

¡Excelente primera novela de esta autora!

Dice que su novela es una ficción construida para desvelar una verdad, que el papel de la literatura es cubrir esos espacios en los que el periodismo no es suficiente porque la ficción toca resortes mucho más íntimos que un documental o un relato meramente histórico. Esos son los resortes que nos conmueven porque nos identifican como iguales. Efectivamente, así vivimos esta novela que no cae en ningún momento en la facilidad de la sensiblería, pero nos deja huella porque toca nuestra fibra más sensible y nos hace sentir lo que viven, sufren y nos cuentan los protagonistas.

La historia la conocemos desde el principio por la contraportada. Este es uno de los infrecuentes casos en los que es interesante leerla antes de comenzar y ha sido decidido así por la propia autora que evita de este modo tener que aludir en el texto de manera descriptiva a los hechos, para centrarse en los personajes, las víctimas de lo que vivieron, que son los niños que nos cuentan su propia historia.

Se trata de un hecho poco conocido, a pesar de estar documentado y fácilmente accesible en una primera aproximación en internet. En 1854 unos niños, 1700, son sacados de sus pequeñas aldeas gallegas, aldeas muy pobres. Sus padres cayeron en la falacia de la promesa de un trabajo y un futuro para sus hijos en un momento especialmente duro porque el año anterior había sido desastroso para las ya de por sí escuetas cosechas y solo había dejado más hambre y más pobreza. Así que era fácil creer en los representantes del también gallego Urbano Feijóo de Sotomayor, dueño de ingenios en Cuba en donde la mayoría de esclavos respecto a la población blanca resultaba un peligro para sus dueños porque temían una rebelión. Aunque hasta 1880 no se aprobó en España le ley de abolición, ya se percibían las consecuencias que tendría. Esos más de 1700 pobres desgraciados vendrían a sustituir a algunos esclavos, pero cobrando menos que ellos y siendo tratados igual de mal.

A partir de esta durísima realidad, la autora crea y recrea las situaciones desde los temores de los niños que se enfrentaban a salir de lo poco que conocían y sabían, sus pobres familias y aldeas en donde la mayoría eran analfabetos. A través de sus diferentes voces, descubrimos lo que los une, pues nos descubren todos los miedos e incertidumbres ante lo nuevo que les cercan en un largo viaje en el que conocen el hacinamiento de las sentinas del barco, el hambre, la enfermedad y la nostalgia. Cuando llegan a la isla, tras un recibimiento rimbombante que no entienden, son separados por grupos y llevados a diferentes plantaciones de azúcar donde bajo la estricta vigilancia de esclavos negros, que no dudan de utilizar el látigo, conocerán el duro trabajo de sol a sol y el encierro a la vuelta cada día en unos barracones sin luz.

Si las diferentes voces de los chicos, con sus giros gallegos y su inocencia, son una elección más que acertada, el lenguaje de la autora que no se recrea en la fatalidad, sino que da un tono poético y tierno, e incluso mágico en algunos momentos, hace que la compasión que ha sentido por los «rapaces» al escribir sobre ellos nos contagie, nos conmueva y quede como un poso fangoso en el que se mezclan la rabia y el dolor por esta Historia nuestra que tantos episodios de injusticia y crueldad nos ha dejado. Rabia que se acrecienta al saber que los chicos escribieron cartas que propiciaron el conocimiento en España de su situación y que permanecen en archivos sin acceso en las Cortes desde 1885, fecha en la que en ellas se dictaminó en contra del empresario, aunque salió sin pena alguna.

Hoja del registro de esclavos de Cuba (1878)

Necesitar tan solo 144 páginas para contarnos tanto y tan bien es ser una artista. ¡Enhorabuena!

Bibiana Candia

Bibiana Candia (La Coruña, 1977) estudió Filología hispánica. Es poeta, tiene dos poemarios editados y tras el libro de relatos «El pie de Kafka» y el relato metaliterario «Fe de erratas», ahora, además es novelista. Esta mujer nos ha cautivado con su libro y en las entrevistas leídas posteriormente. Desde Berlín, donde vive, participa con sus artículos en revistas literarias y ha recibido el Premio Carmen de Burgos de divulgación feminista en 2020 por el artículo «María Moliner, nuestra señora de las palabras», muy recomendable y accesible en la revista en la que colabora, Jot Down: «María Moliner, nuestra señora de las palabras».

Publicado por Paloma Martínez.

3 comentarios:

  1. En efecto, una novela puede profundizar en algunos aspectos de la realidad mucho más que un ensayo. Hace algún tiempo hablamos aquí de ese capítulo terrible de nuestra historia:
    https://laantiguabiblos.blogspot.com/2019/02/los-esclavos-gallegos-de-cuba.html
    Salud y libros.

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  2. Qué interesante y qué triste. Qué poco sabemos de los sufrimientos de nuestros pobres españoles emigrados al Nuevo Mundo para -literalmente- no morir de hambre. Una historia similar aconteció en la misma época a decenas de familias de la provincia de Málaga emigradas a Hawaii. El caso que novela Bibiana Cándida es particularmente doloroso por tratarse de niños solos, sin sus padres, que abandonan su terruño y sus mayores para ser esclavizados (sin metáfora) en las plantaciones. Cuánto hay que aprender del pasado...para no repetirlo... Los libros son un instrumento para que la crueldad y la injusticia no caigan en el olvido

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  3. Antonio, es una entrada estupenda la tuya en la que he aprendido que Rosalía de Castro había escrito recordándolos. Gracias.
    Y sí, María, es tremendo. No sabía lo de los malagueños en Hawai, pero la historia de las migraciones ha sido, y por desgracia sigue siendo, una historia de historias personales inundadas de dolor desgarrador.

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