jueves, 14 de octubre de 2021

Memoria por correspondencia - Emma Reyes

 

Título: Memoria por correspondencia                                                                                Autora: Emma Reyes 

Páginas: 232

Editorial: Libros del Asteroide

Precio: 17,95 euros

Año de edición: 2015

¿Es posible recuperar la voz del niño que fuimos y escribir un texto desde allí, desde nuestra infancia? Pues parece casi imposible, pero Emma Reyes lo consigue con una fidelidad asombrosa en este milagro de novela autobiográfica y epistolar, en la que nos cuenta su niñez a través de 23 cartas, que envió entre 1969 y 1997 a su amigo el historiador y político colombiano Germán Arciniegas, al que le hizo el encargo de que se publicasen después de que ella hubiese fallecido.

El resultado es este libro que la critica especializada de su país —la revista Semana, por ejemplo— ha considerado el mejor de los publicados en 2012 y uno de los más relevantes de los últimos años. En ellas, la indomable autora, una mujer de carácter y fuerte personalidad, realiza un ejercicio de transmigración admirable y nos relata sus primeros años, huérfana y malcuidada en una habitación sin ventanas, luz ni inodoro, en el barrio de San Cristóbal de Bogotá, allá por los años veinte, hasta ser abandonada junto a su hermano para acabar confinada en un convento durante casi 15 años.

Una infancia terrible, peor que las que retrata Dickens, pero reflejada con la voz inocente y simple, naíf, de una niña de cinco años, tierna y franca, que lo cuenta todo con naturalidad, una pizca de nostalgia y la entereza de una superviviente que apenas si se queja. No hay resentimiento en estas líneas, ni autocompasión ni regodeo en la desgracia en absoluto. Lo que sí aparece es la nostalgia, la emoción y el cariño por lo vivido y las personas que conoció ¿Cómo esta mujer, analfabeta hasta los 18 años y sin ningún tipo de estudios, realizó este ejercicio de estilo inigualable? ¿Quizás precisamente por eso, por su falta de formación y su talento natural fue capaz de reproducir esas experiencias en su memoria?

No estoy seguro, pero lo que sí es cierto es que somos muy afortunados de poder leer estas memorias prodigiosas y terribles, que nos recuerdan una vez más que hay otros mundos, pero están en este. 

Y una última pincelada para acabar, estas páginas relatan tal sucesión de peripecias increíbles, disparatadas y tremendas, contadas con amenidad y mucho ritmo, que casi sitúan el libro en la tradición de la picaresca hispanoamericana, con novelas tan reseñables como «El Periquillo Sarniento», del que ya hemos hablado aquí.

En fin, una novela inolvidable, llena de encanto, que se disfruta página a página, diferente y extraordinaria. Esta edición viene acompañada de un prólogo de la argentina Leila Guerrero y dos apéndices a cargo de Germán Arciniegas y Diego Garzón que ayudan a poner la obra en su contexto.

 
«Fuerza e inocencia» de Emma Reyes

Emma Reyes (Bogotá, 1919-2003) fue una artista y escritora colombiana. Huérfana desde muy pequeña, tuvo una infancia marcada por el abandono, la pobreza y los malos tratos. Aprendió a leer y a escribir muy tarde, a los 18 años, y no asistió ni a la escuela ni a la universidad. 

Su vida fue una aventura. Salió de su país andando y en autoestop, llegó a Argentina y Uruguay, empezó a pintar y ganó un concurso, cuyo premio era una beca para formarse en una academia de París. Estuvo casada con el escultor colombiano Guillermo Botero. En los años 60 emigró a Francia y allí vivió y trabajó el resto de su vida, en París y Burdeos, con algunas salidas para visitar Colombia y una estancia en Italia.

Estuvo trabajando y formándose en el taller del gran muralista colombiano Diego Rivera y en Roma, con el pintor futurista Enrico Prampolini. Allí se hizo amiga de Elsa Morante y Alberto Moravia. Expuso en varias ciudades del mundo, trabajó elaborando una cartilla de alfabetización para la UNESCO y la biblioteca de Périgueux tiene un espléndido mural suyo. Murió sin hijos a los 84 años y dejó todo lo que tenía a un orfanato de Bogotá.

Emma Reyes

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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