domingo, 16 de febrero de 2020

El alarmante descenso de la inteligencia


¿Por qué está disminuyendo el cociente intelectual de la población? Esto es lo que se preguntan los investigadores. No, no es una opinión subjetiva ni una manía de viejos, parece ser un hecho objetivo.

Según varios estudios realizados en Dinamarca, Reino Unido, Francia, Holanda, Finlandia y Noruega, el cociente intelectual (CI) de las personas está disminuyendo en los países occidentales una media de aproximadamente 7 puntos por generacion a partir de los nacidos en 1975, que alcanzaron la edad adulta en los años 90. (Véanse este enlace y éste).

Sin embargo, según demuestran las estadísticas, el CI medio de la población aumentó durante los tres primeros cuartos del siglo XX a un ritmo aproximado de 3 puntos por década. Es el efecto Flynn, llamado así por el neozelandés James R. Flynn, que descubrió esa tendencia y la achacó a mejoras en la nutrición, en el sistema educativo, a la mayor complejidad y variedad de estímulos en el medio ambiente e incluso a la heterosis (la tendencia por la que la mezcla de genes y el mestizaje mejora la especie). Otros autores han mencionado la mejora de los sistemas sanitarios y la disminución del stress por enfermedad como posibles causas.

Por otro lado, para explicar la aparente disminución del CI en los último 30 o 40 años, hay quien dice que lo que ha envejecido es el conjunto de preguntas que se utilizan para medir el CI. Las cuestiones que se manejan tienen una fuerte dependencia cultural, el mundo en el que vivimos está cambiando a un ritmo vertiginoso y puede ser que no hayamos sabido cambiar los test en consonancia.

A mí personalmente no me convence mucho ese argumento. Suponiendo que efectivamente el CI esté disminuyendo, se ha dicho en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) que puede deberse a:
  • El deterioro en los métodos de enseñanza de la lengua y las matemáticas, que tienen una incidencia directa en el CI.
  • El cambio de costumbres, que han hecho que los niños pasen más tiempo en casa, no jueguen en la calle y tengan menos actvidad física. Que el deporte y las actividades al aire libre mejoran la memoria es un hecho ya demostrado y es posible que otros aspectos cognitivos también se vean afectados.
  • Que todos pasemos más tiempo jugando con consolas, viendo la televisión y utilizando dispositivos electrónicos (ordenador, móvil, etc.). Uno de los efectos de esa tendencia puede ser una menor capacidad de concentración, lo que puede influir en los resultados de los test.
  • Que cada vez se lea menos. Las horas de lectura hacen que se desarrolle la corteza cerebral y que mejoren los resultados en las pruebas de CI.
No parece descabellado pensar que nuestra inteligencia puede disminuir si cada vez estamos rodeados de más artilugios que hacen más y más cosas por nosotros.

Y ya lo dijo Cervantes: «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho».

Publicado por Antonio F. Rodríguez.  

2 comentarios:

  1. Gracias, Antonio, por este estupendo comentario. Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión final.
    Y, por cierto, ¿qué quiso decir el maestro con su frase? ¿Se corresponden inversamente los dos primeros verbos de la oración con los dos verbos finales, como parecería lógico, o la correspondencia es directa, tal y como él la escribió? Ahí lo dejo.
    Charli
    a.c.perez@live.com

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  2. Gracias, Charli.
    Pues creo que ambas cosas, ya lo repitió también Azorín: «Para saber, andar y leer».
    Un abrazo.

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