domingo, 7 de mayo de 2023

Héctor Padula, fotógrafo de las yanomami

Un grupo de yanomamis (foto Héctor Padula)

Hay hechos concretos que disparan epifanías únicas y nos cambian la vida. Eso le ocurrió a Héctor Padula, un médico venezolano recién licenciado, cuando asistió a una conferencia de Kenneth Gibson sobre sus experiencias en la selva con los yanomami. En la primera foto se veía un muro verde impenetrable, la selva oscura y misteriosa, y un angosto camino en el que internaba el médico explorador. Nada más verla, Padula pensó: «quiero hacer eso».

La selva amazónica venezolana (foto Héctor Padula)

Poco después, en 1984 nuestro hombre visitaba por primera vez la Amazonía y, desde 1986 a 1989, vivió y sobrevivió tres años en la selva, con los yamomamis, en el marco de un proyecto de la Universidad Central de Venezuela, llamado Parima Culebra - Médicos de la Selva, que duraría 16 años.

Provisto de dos cámaras, una Olympus OM2 y una Canon A1, registró una colección de fotografías maravillosas, que retratan ese mundo misterioso y fascinante, oculto bajo un espeso tapiz de árboles entre los 20 y los 60 metros de altura, oscuro, frondoso y bajo un océano de masa verde. Todo empezó con la dificultad de hacer fichas de los pacientes, porque los yanomami no querían que figurase en ellas su nombre. Creen que si alguien lo pronuncia después de que hayan muerto, el difunto se ve obligado a volver desde el lugar en el que se encuentra, un sitio donde no hay sufrimiento. Para evitar que se perturbe su descanso, estos indígenas matan al que pronuncio el nombre y así liberan al fallecido.

La solución fue hacer fichas clínicas con una foto, como medio de identificación. Así empezó a fotografiar a esos habitantes del bosque, y en poco tiempo se hizo con una fabulosa colección de negativos, 800 retratos. Para poder hablar entre ellos de sus pacientes, os médicos los rebautizaron con nombres en clave (Liszt, Beethoven, Caritos...) y así podían preguntarse entre ellos «¿Qué tal está Mozart?» sin temor a ser oídos.

(Foto Héctor Padula)

(Foto Héctor Padula)

El resultado final es una historia curiosísima, contada en esta entrevista y en esta otra, y unas fotos maravillosas. Esta es la historia de un hombre que se encontró a sí mismo en la jungla y que en ella fue feliz.

Héctor Padula con los yanomami (foto Héctor Padula)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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