sábado, 12 de marzo de 2022

Sofía Casanova, primera corresponsal de guerra española

 
La primera corresponsal de guerra española permanece casi desconocida. Fue una gallega quien desempeñó por primera vez esa arriesgada profesión en nuestro país: Sofía Casanova, nacida en un pequeño pueblo gallego, Almeiras (La Coruña), en 1861. Fue además corresponsal permanente en el extranjero, poeta y novelista.

Fue hija natural de Vicente, un litógrafo, y Rosa, nacida en Nueva Orleans. Cuando tenía cinco años, su padre abandonó el hogar y su infancia no fue nada fácil. Sus abuelos acogieron a la familia y a los doce años se trasladaron a Madrid, donde estudió música, poesía y declamación. Publicó sus primeros poema en El Faro de Vigo y varios diarios de la capital, hizo amigos en los círculos literarios, como Blanca de los Ríos, Ramón de Campoamor, Emilio Ferrari, Emilia Pardo Bazán y el Marques de Valmar, que se la presentó al rey Alfonso XII como joven y brillante poeta. Al monarca le cayó en gracia por su gran parecido físico con la infanta Eulalia de Borbón y le costeó la publicación de su libro Poesías. A los 20 años era una poeta consagrada. Inició también una carrera como actriz y actuó varias veces en el Teatro Español.

Campoamor le presentó al excéntrico profesor, filósofo y diplomático polaco Wincenty Lutosławski, un políglota experto en Platón que estaba estudiando el pesimismo español. Se casaron en 1887 y tuvieron cuatro hijas. Se fué a vivir al norte de Polonia y la pareja pasaba los veranos en Galicia. Combinó los frecuentes viajes diplomáticos de su marido con su labor periodística y aprendió, además del español y el gallego, otros seis idiomas: francés, inglés, italiano, polaco, portugués y ruso; lo que le permitió hacer traducciones muy interesantes.

Al no tener más que hijas, su marido buscó un heredero varón con otras mujeres, el matrimonio se distanció y Sofía se instaló definitivamente en Madrid a los 45 años. Estrenó obras de teatro, publicó novelas, convirtió su casa en una tertulia de humanidades y fue elegida miembro de la Real Academia Gallega y de la Academia de Poesía Española.
 
Viajaba a menudo a Polonia, donde vivían sus hijas, y estando allí, le sorprendió el estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue enfermera en hospitales de moribundos, corresponsal de guerra para el ABC y, al entrar los alemanes en Varsovia, huyó a San Petersburgo, donde fue testigo de la revolución rusa, de la que informó puntualmente con sus crónicas periodísticas. En 1919 pudo regresar a España y fue recibida como una heroína.
 
La Guerra Civil española la sorprendió en Polonia y desde allí mostró su apoyo al levantamiento nacional. También estaba en Varsovia al iniciarse la Segunda Guerra Mundial y la protección el embajador español evitó que le pasase nada. Murió en la ciudad polaca de Poznan en 1958, a los 96 años, echando de menos a Galicia y dejando cuatro novelas, varios libros de poesía y más de 1500 artículos. Su vida fue interesantísima, la verdad es que da para una buena novela, fue una mujer de talento y no se explica por qué ha caído en un olvido tan injusto. Buscaremos sus libros y a ver si podemos leer algo de lo mucho y bueno que escribió.

Sofía Casanova

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

4 comentarios:

  1. Tiene un libro bastante conocido: "La revolución bolchevista." Y otro sobre la ocupación nazi de Polonia. Es una autora a descubrir.

    Saludos cordiales.

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  2. Gracias, Alberto. Los buscaré.
    Salud y libros.

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  3. Existe una biografía "Azules son las horas" cuya autora es la nuevo premio Nadal Inés Martín Rodrigo y que es muy amena e interesante.

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  4. Gracias, Paloma. La buscaré.

    Un abrazo, salud y libros.

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