viernes, 11 de marzo de 2022

Mientras escribo - Stephen King

 

Título: Mientras escribo                                                                                                     Autor: Stephen King

Páginas: 320

Editorial: Debolsillo

Precio: 9,95 euros

Año de edición: 2021

«Mientras escribo» es tres cosas: una pequeña autobiografía de Stephen King, un brillante ensayo sobre el oficio de escribir y una defensa de la escritura como terapia para superar un desastre personal. Las tres partes del libro son interesantes. King demuestra su capacidad para conectar con los lectores. Nadie más alejado de los pedantes que exigen descifrar cada párrafo. Alguien dirá que escribe superventas. Pues sí, pero buenos. Combina la sencillez con una calidad decente (con un pero: demasiadas páginas). Muy americano: optimista, liberal, algo moralista y maniqueo. Confianza en uno mismo. Vende por todo el mundo. Un escritor universal.  

Stephen King nació en Nueva Inglaterra. La familia era de clase media baja. Un día el padre se fue de casa. Su madre los sacó adelante con mucho trabajo. Stephen vio desde niño que los currantes deben sudar hasta el último centavo. Nueva Inglaterra es tierra puritana: el trabajador honrado tiene reservado su lugar en el cielo. Los vagos no tienen cabida en este mundo, ni en el otro. El trabajo dignifica y santifica. 

Fue un muchacho de mala salud e imaginación macabra. Devora literatura popular y cómics. Empieza a escribir. Le publican algunos cuentos. Estudia. Llega a la universidad. Se casa con la también escritora Tabitha King. Tiene tres hijos. Es profesor, pero se gana mal la vida. Vive en una caravana, sin teléfono, sin coche. Bebe mucho, fuma y toma drogas. Tardará en salir de su alcoholismo. Es el sueño americano al revés. En 1974, «Carrie» le catapulta al éxito: 100.000 dólares al bolsillo. El profesor King se convierte en el superventas Stephen King. Empieza el espectáculo. Que sigue.

King nos enseña asimismo su taller de escritor y su caja de herramientas. Explica qué funciona o no funciona en la literatura popular. Lo esencial es una buena historia. Todo lo demás es accesorio. Si una novela tiene valor intelectual o simbólico será como consecuencia de su calidad narrativa y no al revés. Narrar, dice, consiste en seducir y simplificar. Escribir es entretener. Atraer la atención. El mejor estilo es el que menos se nota. Un estilo que abriga, pero no asfixia. El arte de escribir sin arte. La retórica se suprime por innecesaria. Los diálogos son naturales, como escuchados en la calle. El escritor inventa un mundo para compartirlo con los demás. No se recrea dentro de su torrecilla de marfil. La vida corriente alimenta la novela. De esta forma, el lector se involucra en un ambiente que conoce y con el cual se identifica. Stephen King escribe novelas costumbristas americanas con monstruos. Este es el secreto de su éxito: escribe de lo que sabe e intuye que gustará a los otros. Acierta. Puro olfato comercial. 

En 1999, Stephen King fue atropellado por un conductor indeseable. Quedó roto por varios sitios. La convalecencia fue muy dura: dolores, operaciones, infecciones, noches de fiebre. La escritura le ayudó a superar este bache. Poco a poco, salió adelante. El sufrimiento se fue convirtiendo en rutina, hasta desaparecer. La rutina de un escritor es la página en blanco: sentarse y escribir.

A King le gusta lo que hace. Asegura que el dinero no le importa. Que diga esto quien se ha forrado con sus libros podría resultar cínico. Pero nuestro hombre es sincero, claro, simpático. No hay en él cinismo, ni chulería. La escritura es para él una necesidad y un placer. Un buen día, le tocó la varita del éxito. Así sucedió. En América todo es posible.  

Lean este estupendo libro de King sobre King. Enseña las entretelas del escritor sin arrogancia ni desplantes. Lleva décadas diciéndonos que el monstruo más temible puede ser el lechero. Sabe que los horrores que más asustan son los cotidianos. Y esto la gente lo entiende. Gracias, maestro.

Stephen King

Stephen King (Portland, 1947) vive en Bangor, Maine. De familia humilde, en los años 70 se dio a conocer con «Carrie», «El misterio de Salem's Lot» y «El resplandor». Tres magníficas novelas que revolucionaron el género fantástico. A partir de ahí, éxito comercial absoluto. Muchos de sus libros han sido adaptados al cine. La crítica «seria» considera a King un escritor bizarro que vende horrores baratos a lectores poco exigentes. Es un juicio demasiado negativo. Quien se acerque sin prejuicios a sus libros descubrirá un escritor mucho más sofisticado de lo que aparenta, con un gran dominio de la técnica y un saludable sentido del horror y el humor negro. Lo ideal para pasarlo bien durante unas horas. King sigue infatigable publicando sus fantasías. Su domicilio es una mansión gótica, quizá por aquello de la inspiración.

Publicado por Alberto.

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