lunes, 7 de junio de 2021

Cuentos del lunes - Alphonse Daudet

  

Título: Cuentos del lunes                                                                                                   Autor: Alphonse Daudet

Páginas: 320
 
Editorial: Espasa Calpe
 
Precio: 6,50 euros  

Año de edición: 1966

Este libro contiene un total de 41 relatos cortos, de entre 6 y 9 páginas, de uno de los maestros de la distancia corta, el decimonónico Daudet, precursor en muchos sentidos de la narrativa breve del siglo XX, que no regala aquí una deliciosa colección de cuentos y estampas costumbristas, que proporcionan más de una clave de la cultura francesa («A los parisinos les gusta el motín y nada podrá quitarles esa preferencia», «¡Ah, el buen aroma de la sopa de queso!»).

Están organizados en dos partes: la primera, titulada «La fantasía y la historia», aborda temas de la historia reciente de Francia, hay que reconocer que con cierto tono patriótico, como las derrotas durante las dos guerras mundiales, la pérdida de la Alsacia o la Comuna de París, desde el punto de vista de la intrahistoria que definió Unamuno, la historia de lo cotidiano y cercano, la descripción de los grandes hechos históricos a través de su impacto en la gente corriente; la segunda, llamada «Recuerdos y caprichos», reúne anécdotas de su pasado y situaciones de ficción, en las que el ingenio o la fantasía rompen las reglas convencionales del realismo.

En ambos casos, las historias están aliñadas con ternura y la compasión que el autor siente por sus personajes, una gran amenidad y un sentido del humor sutil que hace que todo lo que cuenta, hasta los sucesos trágicos, tengan un toque de comedia. Daudet tiene un don especial para escribir un prosa poética y empática, ligera, limpia y sencilla, tersa, que se desliza sin tropiezos para contar cosas y sucesos consuetudinarios de manera que el resultado sea siempre amable.

Esa amabilidad y la brevedad de sus historias hacen que sea un narrador moderno, adelantado a su tiempo, un narrador siempre atractivo y positivo, que tiende a levantar el ánimo del lector. En cuanto a los temas que elige para sus textos, demuestran que es un observador perspicaz y sensible a todo lo que le rodea, con instinto para seleccionar lo más relevante, lo curioso y emocionante, para contarlo desde un punto de vista original, con modestia y humildad, porque este autor cuenta las cosas en tono menor, sin ninguna grandilocuencia, lo que termina de hacerlo agradable.

Un volumen de relatos muy seductor, publicado por primera vez en 1873, en plena madurez creativa, después de haber escrito «Cartas desde mi molino» (1866) y «Tartarin de Tarascón» (1872). Quizás esta obra es la que mejor resume y compendia las mejores cualidades del autor y la más recomendable para conocerle por primera vez. Uno de los mejores libros de un escritor eterno, que en seguida se nos hace familiar. Muy recomendable para todo tipo de lectores y para todas las edades.

Alphonse Daudet (Nimes, 1840-1897) nació en una familia muy católica. Pasó su niñez en Bezouce, un pequeño pueblo del Languedoc. Empezó estudios secundarios en Lyon, pero tuvo que interrumpirlos cuando su padre, comerciante de sedas, se arruinó. 

Fué jefe de estudios en un colegio y luego secretario del Duque de Morny, cuya súbita muerte cambió completamente su vida. Se vio obligado a dedicarse por entero a escribir artículos para «Le Figaro», relatos, novelas y memorias. Fue miembro de la Academia Goncourt durante seis años.

Alphonse Daudet

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta estupenda reseña. Resulta que tengo olvidado por casa este libro de cuentos de Daudet desde hace mucho tiempo y la reseña me ha abierto las ganas de leerlo. De este autor leí el Tartarín y las Cartas desde mi molino y me parecieron estupendos. Su sencillez, precisión, gusto por ambientes populares y personajes sencillos, unido a un cierto optimismo, a mí me recuerdan los cuentos del norteamericano Willian Saroyan. Las historias de Daudet tienen ese encanto de lo sencillo que brota de una observación sagaz e inteligente de la vida, pero con amor hacia los personajes e indulgencia hacia las debilidades humanas. Y todo bañado por la luz del mediodía francés. Desde luego, Daudet anuncia la literatura del siglo XX.

    Saludos cordiales.

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    1. Gracias por el comentario. Sí, es cierto, recuerda al armenio Saroyan, uno de mis autores favoritos porque empecé a leerlo de niño. Salud y libros.

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