sábado, 12 de junio de 2021

El origen de los escrúpulos

Legionarios romanos

La etimología de las palabras que utilizamos habitualmente constituye una fascinante caja de sorpresas que, a veces, contiene auténticos relatos, microcuentos o pequeños poemas.

Por ejemplo, la palabra «escrúpulo» que, según la RAE, significa «duda o recelo inquietantes para la conciencia sobre si algo es bueno o se debe hacer desde un punto de vista moral» procede del latín scrupulus, diminutivo de scrupus, piedra pequeña y puntiaguda.

Las legiones romanas eran famosas por su movilidad, en ocasiones eran capaces de recorrer 60 km en doce horas. Largas marchas en las que las pequeñas piedrecitas (scrupulus) que se colaban en las sandalias (caligae) eran un verdadero problema. Una molestia punzante e incómoda que planteaba la duda de qué hacer: seguir andando y sufriendo a cada paso o detenerse a sacárselas del calzado, romper la formación, frenar la columna y arriesgarse a recibir una buena reprimenda y un castigo ejemplar.

Con el tiempo, la expresión tener escrúpulos pasó a significar tener dudas sobre la conducta a seguir. 

(Visto aquí).

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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