Título: La llave de cristal
Autor: Dashiell Hammett
Páginas: 368
Editorial: RBA
Precio: 9,94 euros
Año de edición: 2015
En una pequeña ciudad, un jefe de la mafia decide apoyar en las elecciones a un candidato reformista. Su hombre de confianza cree que lo hace porque se siente atraído por la hija del político. Todo se complica cuando el hijo del candidato es asesinado y todos los indicios apuntan hacia el mafioso.
Ése es el planteamiento con el que arranca «La llave de cristal», una estupenda novela negra poco conocida del gran Dashiell Hammett publicada en 1931, en plena depresión. Nos estamos remontando a los inicios fundacionales del género con esta novela, la cuarta publicada por su autor, un año después de «El halcón maltés» y su preferida.
Política y crimen, corrupción, asesinatos y crimen, un cóctel perfecto para montar una trama endiablada con mucha acción, violencia y conspiraciones, personajes ambiguos y giros continuos de una historia en la que el lector ve lo que hacen y dicen los personajes, pero nada sobre sus sentimientos o lo que piensan, con lo que se convierte en un jeroglífico continuo que sólo se entiende completamente al final.
El texto tiene un ritmo muy vivo, la economía expresiva típica de este autor, una descripción de un mundo en el que un mafioso puede gobernar una ciudad y nadie puede estar seguro si atraviesa una calle a oscuras y de noche. Todo ello, junto a unas relaciones humanas que siempre parecen estar cambiado, o en riesgo de hacerlo, completan las cualidades de esta estupenda novela, indudablemente la mejor de Hammett después de su obra maestra, «El halcón maltés».
Hay dos versiones cinematográficas, una dirigida en 1935 por Frank Tuttle, que no he podido ver, y otra, estrenada en 1942 por el estadounidense Suart Heisler con Veronica Lake y Alan Ladd, que no está nada mal y puede verse en español en este enlace.
En una pequeña ciudad, un jefe de la mafia decide apoyar en las elecciones a un candidato reformista. Su hombre de confianza cree que lo hace porque se siente atraído por la hija del político. Todo se complica cuando el hijo del candidato es asesinado y todos los indicios apuntan hacia el mafioso.
Ése es el planteamiento con el que arranca «La llave de cristal», una estupenda novela negra poco conocida del gran Dashiell Hammett publicada en 1931, en plena depresión. Nos estamos remontando a los inicios fundacionales del género con esta novela, la cuarta publicada por su autor, un año después de «El halcón maltés» y su preferida.
Política y crimen, corrupción, asesinatos y crimen, un cóctel perfecto para montar una trama endiablada con mucha acción, violencia y conspiraciones, personajes ambiguos y giros continuos de una historia en la que el lector ve lo que hacen y dicen los personajes, pero nada sobre sus sentimientos o lo que piensan, con lo que se convierte en un jeroglífico continuo que sólo se entiende completamente al final.
El texto tiene un ritmo muy vivo, la economía expresiva típica de este autor, una descripción de un mundo en el que un mafioso puede gobernar una ciudad y nadie puede estar seguro si atraviesa una calle a oscuras y de noche. Todo ello, junto a unas relaciones humanas que siempre parecen estar cambiado, o en riesgo de hacerlo, completan las cualidades de esta estupenda novela, indudablemente la mejor de Hammett después de su obra maestra, «El halcón maltés».
Hay dos versiones cinematográficas, una dirigida en 1935 por Frank Tuttle, que no he podido ver, y otra, estrenada en 1942 por el estadounidense Suart Heisler con Veronica Lake y Alan Ladd, que no está nada mal y puede verse en español en este enlace.
Veronica Lake y Alan Ladd en «La llave de cristal»
Otro título mítico del gran Hammett, que ha dado nombre al premio sueco Glasnyckeln para la mejor novela escrita cada año por un autor escandinavo.
Dashiell Hammett
(1894-1961), nació en una granja, no pasó mucho tiempo en el colegio y
probó toda clase de oficios antes de ser detective de la mítica Agencia PInkerton, experiencia que luego aprovecharía en sus novelas. Hammett sabía de lo que escribía y ésa es una de las razones por las que es un clásico, un maestro del género negro.
Después de la I Guerra Mundial
fué tuberculoso, bebedor, publicista y finalmente, escritor de novela criminal, con lo que alcanzó bastante éxito. Fué también miembro del Partido
Comunista, estuvo perseguido y fué encarcelado durante el macarthismo.
En las fotos aparece muy rubio, delgado, elegante, delicado e impecablemente vestido, podía pasar por modelo. Con su apariencia de hombre tímido, introvertido y sensible, parece mentira que fuera capaz de escribir esas cosas.
Dashiell Hammett
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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