Título: Fuga sin fin
Autor: Joseph Roth
Páginas: 168
Editorial: Acantilado
Precio: 13 euros
Páginas: 168
Editorial: Acantilado
Precio: 13 euros
Año de edición: 2003
Durante la I Guerra Mundial un
oficial del ejercito austrohúngaro que lucha en el frente oriental contra Rusia
es hecho prisionero. Comienza aquí una larga aventura para volver a su país y reencontrarse
con su prometida. Sus peripecias incluyen la fuga de su cautiverio, un periodo
de subsistencia oculto en una cabaña en el bosque bajo identidad falsa
compartiendo penalidades con un cazador. Posteriormente tiene que atravesar
Rusia y es capturado por el ejercito revolucionario, en el cual se enrola y
participa en la Guerra Civil Rusa. Se une a una joven revolucionaria con la que
convive en Moscú hasta que cansado del adoctrinamiento bolchevique se traslada
a la zona petrolífera de Bakú; allí convive con una joven campesina, antitesis
sosegada de su anterior pareja.
Desde allí
consigue llegar a su antigua patria para darse cuenta de la nueva situación que
le espera: su añorado imperio se ha deshecho en varias naciones independientes,
ha desaparecido igual que él, es considerado como desaparecido en combate,
administrativamente no existe. Le cuesta adaptarse a la nueva vida, su novia se
ha casado, no consigue echar raíces en ninguna de las capitales donde lo
intenta (Viena, Berlín, Paris) de las que habla con cierto desden e ironía.
Comienza una fuga que no tiene fin, al inicio para huir de su prisión y mas
adelante una fuga interior que le lleva por diferentes lugares de la nueva
Europa sin conducirle a ningún sitio determinado.
Joseph Roth
nació en 1894 en Brody, una población de Galitzia dentro del imperio austrohúngaro
en una familia judía. Su padre abandonó muy pronto a la familia y se crió con
varios parientes. Estudió filosofía y literatura en Viena. Sirvió en el
ejército austriaco durante la guerra europea. La derrota y posterior desaparición
del imperio austrohúngaro le marcó de por vida.
Trabajó para
varios periódicos en Viena y Berlín y a pesar de sus éxitos como escritor no
llevó una vida desahogada; su mujer padecía esquizofrenia y precisó asistencia
psiquiatrita en instituciones para enfermos mentales.
A sus problemas familiares y económicos se
unieron otros emocionales por la ausencia de patria, y raciales por el ascenso
del nazismo. Tuvo que huir de Berlín y más adelante de Viena, vivió en varias ciudades
europeas y se estableció finalmente en Paris donde falleció en 1939 deteriorado
por el alcoholismo.
En su amplia
producción hay varias novelas protagonizadas por militares combatientes en la I Guerra Mundial que vuelven a un país y
una sociedad muy diferentes a la que dejaron. Creía y apreciaba al imperio por
ser un gran conjunto de pueblos y lenguas distintas, etnias diferentes y orígenes
dispares glutinados alrededor de la familia real y la figura del emperador. La
desaparición del imperio le dejó en situación de desarraigo con nostalgia
continua de su país y sin adaptarse a la nueva realidad de la sociedad. Una
serie de reflejos y coincidencias entre sus personajes y la vida que llevó este
magnifico escritor centroeuropeo del siglo XX.
Joseph Roth
Publicado por John Smith.
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