miércoles, 23 de noviembre de 2022

La llama de Focea - Lorenzo Silva

 

Título: La llama de Focea                                                                                                  Autor: Lorenzo Silva

Páginas: 552 pág.

Editorial: Destino

Precio: 21,90 euros

Año de edición: 2022

Con «La llama de Focea», Lorenzo Silva llega a la duodécima novela de la serie protagonizada por el guarda civil Bevilacqua y su ayudante Chamorro, casi veinticinco años después de la primera novela. Hay que valorar que el autor siga manteniendo el listón tan alto después de tantas historias protagonizadas por esta pareja de investigadores. E incluso, yo diría que en esta última va más allá de lo que ha logrado en las anteriores, pues tiene la obra una carga de profundidad filosófica que solo empezaba a despuntar en sus otras historias.

Vuelve este autor a a recurrir a un título que nos retrotrae a la época griega y a sus alusiones mitológicas, después de la anterior novela, «El mal de Corcira». En este caso, el título está inspirado en el historiador griego Heródoto. Éste contó cómo los foceos, antes de entregar su ciudad a los persas, prefirieron quemarla. Precisamente, el hecho de que parte de la acción transcurra durante los incendios provocados en Barcelona a raíz del fallido referéndum del 1 de octubre de 2017, y por alguna razón más que no se debe revelar aquí, recuerdan al autor este antiguo episodio histórico.

En esta ocasión, la historia transcurre en tierras gallegas, donde tiene lugar un crimen, en la zona donde el Camino de Santiago atraviesa el municipio de Samos. Una  joven catalana que viajaba sola, Queralt Bonmatí, aparece muerta en la ribera de un río, de la que pronto se sabe que pertenece a una familia adinerada de Barcelona, muy ligada al independentismo y que también mantiene negocios oscuros con la mafia rusa. Esas son las dos líneas argumentales entre las que transcurre la novela, por un lado el origen de todo el procés y las posibles conexiones con tramas rusas.

La visita de Bevilacqua a la Ciudad Condal, para investigar a la familia de la joven asesinada, da lugar a que Lorenzo Silva mantenga dos líneas temporales que se alternan en los capítulos de la novela. La acción actual, en la que la acción transcurre entre Galicia y Barcelona, y los recuerdos del protagonista de su primera época de joven inspector destinado en Cataluña, donde vivió una gran historia de amor frustrada por los acontecimientos que se sucedieron entonces.

En una reciente entrevista, Lorenzo Silva ha manifestado que «no quería hacer una novela sobre el procés, porque no sé si es demasiado tarde o demasiado pronto, pero me sobrecogió lo que ocurrió, y de alguna forma tenía que contarlo». Es de agradecer también el pequeño homenaje que hace en la novela al escritor gallego recientemente fallecido Domingo Villar, al que dedica uno de los capítulos del libro.

En definitiva, una novela negra soberbia con un trasfondo filosófico y moral muy interesante. Parece que esta obra no es una despedida, el escritor nos anuncia que tiene en la cabeza dos historias más de nuestro admirado inspector Bevilacqua y la inseparable agente Chamorro, y nosotros se lo agradecemos.

Lorenzo Silva

Lorenzo Silva nació en el barrio madrileño de Carabanchel en 1966, estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció como abogado de empresa en Unión Fenosa (1992-2002).

Ha escrito numerosos relatos, artículos y ensayos literarios, así como varias novelas, que le han valido reconocimiento internacional. Una de ellas, «El alquimista impaciente», obtuvo en 2000 el Premio Nadal; fue la segunda en la que aparecían los que quizá sean sus personajes más conocidos, la pareja de la Guardia Civil formada por el sargento Rubén Bevilacqua y la agente Virginia Chamorro. Otra de sus obras, «La flaqueza del bolchevique», que ya había sido finalista del Nadal en 1997, fue adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca. En 2010 fue nombrado Guardia Civil Honorario por su contribución a la imagen del Cuerpo; Silva, en una ocasión, firmó ejemplares de sus obras en un acuartelamiento del Instituto Armado. En 2012, «La marca del meridiano» le valió el Premio Planeta.

En 2012, junto a Noemí Trujillo, puso en marcha el sello editorial Playa deAkaba, en el que han publicado algunos libros en colaboración. Además de sus novelas, Silva tiene numerosos libros de no ficción, así como obras destinadas a jóvenes.

Publicado por Ana Domingo.

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