jueves, 3 de noviembre de 2022

El ladrón honrado - Fiódor Dostoievski

 

Título: El ladrón honrado                                                                                                       Autor: Fiódor Dostoievski

Páginas: 146
 
Editorial: Espasa Calpe
 
Precio: 8 euros

Año de edición: 1951

Dostoievski es ese clásico ruso al que hay que volver de vez en cuando, porque respira calidad, hondura y nunca defrauda. En esta ocasión, me he decidido por este volumen que recoge tres relatos largos: «El ladrón honrado» (1848), de 17 páginas; «Una aventura extraordinaria» (1862), de 43, y «La patrona» (1847), de 76. escritor marginado socialmente y algo desequilibrado, sus protagonistas tampoco acaban de encajar en la realidad que les rodea, tienen algo de patéticos. Si a eso añadimos un toque de ternura y humanidad, más un baño de fino humor a ironía, tenemos el cóctel de temas básico que utiliza este ruso genial en sus obras. Tuve la suerte de empezar a leer a este autor en plena adolescencia, una época turbulenta en la que se conecta muy bien con sus obsesiones, y desde entonces tengo especial debilidad por él.

En «El ladrón honrado», un pobre hombre se apiada de un borracho que vive en la calle y le deja dormir en su casa. A pesar de que el vagabundo le roba y lo niega, es un hombre de buenos sentimientos y se establece una estrecha relación entre ambos personajes. El relato puede verse como una descripción profunda y conmovedora de cómo el alcohol puede destruir a una persona básicamente bondadosa.

«Una aventura extraordinaria» es el más humorístico de los tres y también el más original. Dos jóvenes comidos por los celos se encuentran una noche en la calle vigilando la casa en la que saben que está su amada. ¿Les está engañando? ¿Es la misma dama? Los diálogos y la relación que se establece entre los dos es hilarante y triste al mismo tiempo. La comedia agridulce se prolonga en varias escenas más, que incluyen un curiosísimo episodio en el que se esconden debajo de una cama, y un final inesperado. En mi opinión, el mejor de los tres.

El tercero es el más romántico de los tres, tiene bastante de folletinesco, siempre dentro de la atmósfera enfermiza y depresiva de este autor. Un joven que se dedica a la investigación se enamora de una chica bellísima en la iglesia. La sigue, consigue alojarse en su casa y es correspondido. Pero ella está unida a un hombre mayor, horrible y dominante. ¿Es su padre? ¿quizás su marido? no puedo contar más, pero la hermosa enamorada guarda un secreto terrible.

Tres historias alrededor de relaciones extrañas, anómalas y peculiares, entre personajes excéntricos y problemáticos, pero también conmovedores. Lo que cuenta el bueno de Fiódor podría resultar deprimente, pero lo salva un cierto sentido del humor, la compasión del autor, la profundidad psicológica de las descripciones y una manera de narrar magistral que, contando aparentemente muy poco, lo cuenta todo. Un buen libro para conocer a este ruso original e inimitable, algo grotesco y encantador, que me parece que desvela su esencia más íntima en sus relatos cortos. Muy recomendable. 

La traducción, probablemente realizada a partir de una versión en francés, es obra del gran polígrafo aragonés José García Mercadal (1883-1975), un todo terreno. Es un libro bastante fácil de encontrar en bibliotecas y librerías de segunda mano.
 
Fiódor Dostoievski (Moscú, 1821-1881) era el segundo de los siete hijos que tuvo un padre autoritario, médico de profesión, y una madre dulce y cariñosa. Cuando tenía 16 años murió su madre de tuberculosis y dos años después, falleció su padre, alcoholizado. Durante muchos años tuvo remordimientos por haber deseado la muerte de su progenitor.

Fue un lector compulsivo y siendo muy joven devoró las obras de Shakespeare, Pascal, Victor Hugo y Hoffmann. Epiléptico, depresivo, con tendencias obsesivas y un carácter apasionado, consiguió algún que otro éxito con sus primeras novelas, pero las malas críticas le afectaron demasiado y cayó en la depresión, el juego, el alcohol y la epilepsia.

Fue condenado por pertenecer a un grupo intelectual clandestino a cinco años de trabajos forzados en Siberia y a servir después en el ejército ruso. Tras seis años de penalidades fue liberado gracias a una amnistía general. Siguió llevando una vida bohemia y desordenada, jugando, bebiendo y escribiendo. Se arruinó varias veces, se convirtió al cristianismo, y murió famoso y reconocido como el gran escritor que era.
 
Fiódor Dostoievski
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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